Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#1
Datsue repasaba una y otra vez la carta que había recibido, incrédulo. ¿Un Torneo sin recompensa económica para el ganador? ¡Menuda estafa! A ese torneucho va a ir su puta madre…

Era inadmisible. Una broma de muy mal gusto. Para un torneo de aquella magnitud, en la que se enfrentarían los shinobis de las tres grandes Aldeas ninja, no tener premio era como jugar al póker sin apostar dinero. O jugar al shōgi sin Rey. Vamos, un sinsentido.

Cuanto más lo meditaba, más claro tenía que debía pasarse aquella invitación por el culo, literalmente. Con la ausencia de lo único que incitaría a participar, lo único que veía eran problemas: el peligro que correría en cada combate; lo agotado que terminaría; el tedio que sufriría en el viaje hasta llegar a los Dojos… Eso por no decir que, para intentar ganar, tendría que mostrar todas sus habilidades al mundo entero. Lo que va en contra de los principios básicos de todo buen shinobi.

El Uchiha formó una bolita de papel con la carta y la tiró al suelo, con desdén. Luego, terminó de recorrer el kilómetro que le faltaba para llegar hasta la casa de sus padres.

Cuando llegó, todo fueron sonrisas, abrazos y gritos eufóricos. Su madre le había besado en las mejillas al menos diez veces, y su padre le contemplaba desde el pasillo con una sonrisa entre orgullosa y paternal.

¡No me lo puedo creer! ¡Nuestro hijo! —exclamaba Naomi—. ¡En el torneo! —miraba a Ryouta y a Datsue de forma alterna—. ¡No me lo puedo creer!

¿Qué?¿Cómo demonios se han enterado de la invitación?. Pero si yo…

Todo un honor! —intervino su padre, que estaba pletórico—. La Aldea necesita esta inyección de publicidad, sin duda. Acaba de resurgir de sus cenizas, como quién dice. Este torneo le servirá para mostrarse al mundo con todo su esplendor y poder.

Y han pensado en nuestro pequeño para tan importante cometido. ¿No es maravilloso?

¡Todo un honor! —repitió como un disco rayado—. Estamos muy orgullosos de ti, hijo. Muy orgullosos.

Datsue, impotente en su intento de intervenir en la conversación y sacarles del error, escuchaba estupefacto a sus padres. ¿Por qué demonios le tenía que pasar esto a él?

Que sepas que ya hemos hecho las maletas —dijo, con una sonrisa, Naomi.

Pero si no hace falta…

Claro que sí, ni una palabra más sobre el asunto —zanjó—. Voy a prepararte arroz al curry. ¡Esto hay que celebrarlo como se merece!

Por… Por supuesto —balbuceó el Uchiha—. Esto… mientras tanto voy un momento afuera. Con las prisas por querer daros la feliz noticia —Datsue casi se atraganta al decirlo—, creo que se me ha caído algo por el camino. Ahora vuelvo.


*** *** ***

Ojalá tuviésemos a Tormenta para llevarnos el equipaje.

Datsue hizo una mueca de dolor. Naomi, en cambio, lanzó una mirada incendiada a su marido.

Oh, siento haberlo mencionado, hijo.

No pasa nada —respondió sin mirarle.

La familia, cargada por un equipaje excesivo y con las piernas cansadas por los kilómetros recorridos, sonrieron de alegría y alivio cuando un samurai —o al menos lo parecía por su indumentaria—, les paró para pedirles que se identificasen. Eso significaba que habían llegado.

Nunca pensé que diría esto, pero… cuanto me alegro de haber llegado —murmuró Datsue.

¿Decías algo, Datsue? —preguntó su madre, mientras mostraba su acreditación al samurai.

¿Eh? No, nada, nada…
[Imagen: ksQJqx9.png]

¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado



Grupo 0:
Datsue y Uchiha Raito, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80

Grupo 1:
Datsue y Reiji, (Ascua, 220), Poder 80 e Inteligencia 80

Grupo 2:
Datsue y Aiko, (Entretiempo, 220), Poder 100 e Inteligencia 80

Grupo 5:
Datsue y Uzumaki Kaia, (Bienvenida, 221), Poder 100 e Inteligencia 80
Responder


Mensajes en este tema
[Unific] Un torneo indeseado - por Uchiha Datsue - 26/01/2016, 00:33


This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.