7/09/2021, 12:29
— Si no, acabaré comiendome esas dichosas croquetas — respondió sin alzar la toalla, con las manos encima de su estomago alargando un silencio que seguramente se hizo incomodo debido a la seriedad del tono de sus palabras. — Era broma ¿eh?
Se encorbó hacia delante y se acilaó la cabeza con la toalla por un rato. No tenía una densa melena, pero esperaría a sentir el pelo menos húmedo antes de irse a dormir. Respondió a las "buenas noches" de Ranko, y se quedaría un par de minutos todavía despierta, yendo al baño a cambiar de toalla para acelerar un poco el secado. Ranko parecía estar profundamente dormida para cuando volvió del cuarto de baño, y Lyndis se quedó un rato mirándola como una adolescente atolondrada. Desvió la mirada en una ocasión cuando la chica giró sobre si misma, pensando que a lo mejor se había despertado, y Lyndis confirmó que no fue así mirando de reojo algo sonrojada.
Sentía ya los cabellos lo suficientemente secos por lo que no perdió mas el tiempo; estaba cansada y la comida seguida de la ducha terminó de plancharla por completo, por lo que no tardaría mucho en caer dormida. Y es que lo necesitaban, ya solo quedaba un último empujón.
Se encorbó hacia delante y se acilaó la cabeza con la toalla por un rato. No tenía una densa melena, pero esperaría a sentir el pelo menos húmedo antes de irse a dormir. Respondió a las "buenas noches" de Ranko, y se quedaría un par de minutos todavía despierta, yendo al baño a cambiar de toalla para acelerar un poco el secado. Ranko parecía estar profundamente dormida para cuando volvió del cuarto de baño, y Lyndis se quedó un rato mirándola como una adolescente atolondrada. Desvió la mirada en una ocasión cuando la chica giró sobre si misma, pensando que a lo mejor se había despertado, y Lyndis confirmó que no fue así mirando de reojo algo sonrojada.
Sentía ya los cabellos lo suficientemente secos por lo que no perdió mas el tiempo; estaba cansada y la comida seguida de la ducha terminó de plancharla por completo, por lo que no tardaría mucho en caer dormida. Y es que lo necesitaban, ya solo quedaba un último empujón.