9/09/2021, 00:41
Akame continuaba bebiendo el misterioso brebaje que aquella calabaza le proporcionaba a un ritmo verdaderamente preocupante. Si era alcohol —tal y como Juro sospechaba— debía de tener un aguante envidiable, o le debía importar muy poco quedar expuesto ante el marionetista. Quizá la bebida era lo que le ayudaba a calmar sus penas. O puede, simplemente, que fuera un adicto.
— Fue más simple que todo eso: quería sobrevivir. ¿Sabes, Juro? — Aquella respuesta captó la atención del chico. Y lo cierto es que escuchar los motivos de Akame le pareció algo mucho más revelador de lo que había imaginado originalmente.
Sobrevivir. Defenderse de los posibles enemigos que pudiera tener. Esas palabras le sonaron tremendamente familiares. Al fin y al cabo, Juro había pensado lo mismo.
« Tienes razón. Una vez que tu villa ha dejado de protegerte, estás solo » — Con la aldea buscándole y Kurama queriéndole muerto, Juro se había visto en mitad de una guerra mucho más grande de lo que él había podido comprender inicialmente. Ambos bandos le querían muerto y no había escapatoria por ningún lado. Así de cruda era la realidad.
Él no había estado tanto tiempo en el puesto de jōnin como Akame, pero podía entender sus reparos. No por nada Juro había escapado a uno de los lugares más recónditos del mundo. Había hecho lo posible por ganarse la vida de una manera medianamente honrada, pero aun así... ¿Cómo juzgar a Akame por lo que había hecho? ¿Dónde estaba la moralidad una vez entrabas en el exilio? Juro supuso que él nunca podría llegar a los mismos extremos ni cruzar la línea que el Uchiha había cruzado, pero también era cierto que hace un tiempo tampoco se habría visto en la situación en la que estaba ahora.
La vida te cambia. Las circunstancias te transforman. Y eso, en realidad, le asustaba. Quería mantener su integridad todo lo posible, aunque sus manos ya estaban irremediablemente manchadas.
Aun así, lo que dijo seguidamente le erizó el vello de la piel. Hablaba de venganza. Estaba orgulloso de lo que había hecho. De la muerte que había causado. Era una historia de venganza con un final feliz, supuso el chico. La traición se había hecho y el daño había sido irreparable, pero el Uchiha parecía encontrar consuelo en que al menos, la persona que lo había hecho no caminaba libre. Era un poco triste.
—Puede que tengas razón. Agruparte con gente poderosa fue una decisión inteligente si querías sobrevivir. Incluso pudiste vengarte. Debió de sentar jodidamente bien — le concedió el chico. Juro se había escondido durante un año y había tenido el apoyo de Chōmei en todo momento. En cambio, Akame había tomado otras decisiones. Ambos seguían vivos a día de hoy, y eso en la vida de un exiliado era decir mucho —. Apenas sé sobre Dragón Rojo, sus miembros o su historia, pero imagino que no os dedicabais a hacer obras para la caridad antes del incidente. No puedo evitar sentir curiosidad, así que parame si me sobrepaso con mis preguntas, pero, ¿Cómo te sentiste al unirte a ellos? ¿Al hacer lo que hacían?
» Te lo pregunto porque llevo tiempo pensando algo. Cuando estabamos al servicio de las aldeas, hacíamos las misiones que fueran, sin cuestionarnos nada, porque creíamos que era lo correcto. Al menos, ese era mi caso ¿Pero tú eres capaz de creer en algo así ahora? Porque yo no sé si volveré a tener esa fé ciega en algo alguna vez en lo que me queda de vida. ¿Es la supervivencia lo único que nos mueve ya?
— Fue más simple que todo eso: quería sobrevivir. ¿Sabes, Juro? — Aquella respuesta captó la atención del chico. Y lo cierto es que escuchar los motivos de Akame le pareció algo mucho más revelador de lo que había imaginado originalmente.
Sobrevivir. Defenderse de los posibles enemigos que pudiera tener. Esas palabras le sonaron tremendamente familiares. Al fin y al cabo, Juro había pensado lo mismo.
« Tienes razón. Una vez que tu villa ha dejado de protegerte, estás solo » — Con la aldea buscándole y Kurama queriéndole muerto, Juro se había visto en mitad de una guerra mucho más grande de lo que él había podido comprender inicialmente. Ambos bandos le querían muerto y no había escapatoria por ningún lado. Así de cruda era la realidad.
Él no había estado tanto tiempo en el puesto de jōnin como Akame, pero podía entender sus reparos. No por nada Juro había escapado a uno de los lugares más recónditos del mundo. Había hecho lo posible por ganarse la vida de una manera medianamente honrada, pero aun así... ¿Cómo juzgar a Akame por lo que había hecho? ¿Dónde estaba la moralidad una vez entrabas en el exilio? Juro supuso que él nunca podría llegar a los mismos extremos ni cruzar la línea que el Uchiha había cruzado, pero también era cierto que hace un tiempo tampoco se habría visto en la situación en la que estaba ahora.
La vida te cambia. Las circunstancias te transforman. Y eso, en realidad, le asustaba. Quería mantener su integridad todo lo posible, aunque sus manos ya estaban irremediablemente manchadas.
Aun así, lo que dijo seguidamente le erizó el vello de la piel. Hablaba de venganza. Estaba orgulloso de lo que había hecho. De la muerte que había causado. Era una historia de venganza con un final feliz, supuso el chico. La traición se había hecho y el daño había sido irreparable, pero el Uchiha parecía encontrar consuelo en que al menos, la persona que lo había hecho no caminaba libre. Era un poco triste.
—Puede que tengas razón. Agruparte con gente poderosa fue una decisión inteligente si querías sobrevivir. Incluso pudiste vengarte. Debió de sentar jodidamente bien — le concedió el chico. Juro se había escondido durante un año y había tenido el apoyo de Chōmei en todo momento. En cambio, Akame había tomado otras decisiones. Ambos seguían vivos a día de hoy, y eso en la vida de un exiliado era decir mucho —. Apenas sé sobre Dragón Rojo, sus miembros o su historia, pero imagino que no os dedicabais a hacer obras para la caridad antes del incidente. No puedo evitar sentir curiosidad, así que parame si me sobrepaso con mis preguntas, pero, ¿Cómo te sentiste al unirte a ellos? ¿Al hacer lo que hacían?
» Te lo pregunto porque llevo tiempo pensando algo. Cuando estabamos al servicio de las aldeas, hacíamos las misiones que fueran, sin cuestionarnos nada, porque creíamos que era lo correcto. Al menos, ese era mi caso ¿Pero tú eres capaz de creer en algo así ahora? Porque yo no sé si volveré a tener esa fé ciega en algo alguna vez en lo que me queda de vida. ¿Es la supervivencia lo único que nos mueve ya?
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60