11/09/2021, 15:50
¿Y cómo le iba a decir que no a una prueba?...
Kaido miró a la muchacha con una sonrisa de oreja a oreja, y se dispuso a montar al caballo.
Lo que sucediese después, ya era cosa del destino. Lo cierto es que Kaido podía ser un buen jinete, pero no, quizás, de las arenas. Esperaba que el corcel le aceptase, al menos hasta que lograsen rescatar a su verdadero jinete.
Kaido miró a la muchacha con una sonrisa de oreja a oreja, y se dispuso a montar al caballo.
Lo que sucediese después, ya era cosa del destino. Lo cierto es que Kaido podía ser un buen jinete, pero no, quizás, de las arenas. Esperaba que el corcel le aceptase, al menos hasta que lograsen rescatar a su verdadero jinete.
