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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#25
Shukaku. Oh, Shukaku. Hanabi casi de había olvidado de él. Siempre en segundo plano, siempre oculto. Quizás con Datsue al mando no tenía demasiadas dudas, pero que bajase la mismísima Amaterasu ahora mismo si no tenía un miedo terrible a lo que pudiera pasar si Datsue le dejaba un mínimo de libertad con el sombrero de Kage puesto.

Oh, Shukaku. Siempre callado.

Hasta que no lo estaba.

¡¡Ah!! —Al escuchar su voz, Hanabi dio un salto y se agarró el pecho, del susto—. Santo Rikudō, Shukaku.

Luego, Hanabi escuchó atentamente.

Destruyemundos. —Repitió Hanabi, saboreando la palabra. No le sabía bien. Miró a su alrededor. Estaban en las Costas del Remolino, unas playas famosas por su amplitud. Eran amplias, de verdad que sí. Normalmente había mucha gente, pero aquél día estaba todo tranquilo. Hasta ahora, por lo menos—. Escuchad. La última vez nos fuimos lejos de la aldea porque tenía miedo de emocionarme y destruir algo.

»¿De verdad pensáis que podéis probar una técnica que se llama Destruyemundos en una playa de uso civil?

Aunque, por supuesto, lo sintieron. Esa descarga de Poder tan inherente al Uzukage, esa oleada de chakra ardiente que de pronto subía la temperatura en unos buenos metros, que le hacía a uno sobrecogerse, que hacía que los corazones se saltaran un latido.

El espíritu del fuego que Sarutobi Hanabi llevaba dentro reclamaba el trono.
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Mensajes en este tema
RE: Larga vida a Uzushiogakure no Sato - por Sarutobi Hanabi - 11/09/2021, 16:56


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