14/09/2021, 00:35
(Última modificación: 15/09/2021, 22:52 por Uchiha Datsue. Editado 2 veces en total.)
El dios Tsukuyomi brillaba en la bóveda celeste, bañando con sus cabellos blancos el oscuro manto que se alargaba sobre el océano de arena del País del Viento. Las dunas, inmaculadas y lisas, tenían un único rastro de varios kilómetros de recorrido: unas pisadas entre dos surcos pronunciados. Al final de estas, una silueta avanzaba sobre el filo de una montaña. Lo hacía con pasos pesados y lentos. No era para menos. Tiraba de una cuerda atada a una especie de trineo de madera, sobre la que reposaba un chico de cabellos verdes.
—My mother told me, someday I will buy! —cantaba Zaide, sujetando con una mano una antorcha que no tan solo le iluminaba el camino, sino que mantenía a raya el frío—. Galleys with good oars, sail to distant shores.
»Stand up on the prow, ¡noble barque I steer! Steady course to the haven, hew many foe-men!
—My mother told me, someday I will buy! —cantaba Zaide, sujetando con una mano una antorcha que no tan solo le iluminaba el camino, sino que mantenía a raya el frío—. Galleys with good oars, sail to distant shores.
»Stand up on the prow, ¡noble barque I steer! Steady course to the haven, hew many foe-men!