15/09/2021, 22:54
Akame fue parco en palabras, pero no le hizo falta más para hacerse entender. Probablemente, comprendía el razonamiento de Juro. No porque fuera algo lógico, si no porque era algo que todos sentían en algún momento. La diferencia entre la experiencia de ambos, sin embargo, era palpable.
Sólo te daré una advertencia, compañero. Cuando era un joven ninja, mi maestro me dijo una vez: "un gran poder conlleva una gran responsabilidad". Pero mucho tiempo después entendí que no tiene nada que ver con responsabilidades o deberes, sino con una carga. Un gran poder conlleva una gran carga, y cuanto más poderoso se es, más pesada se vuelve. No importa lo que creas o dejes de creer: nadie puede soportar una carga así, no eternamente.
El rostro del Uchiha reflejaba, de cierta manera, aquella carga que le había destrozado. El marionetista sintió un profundo escalofrío al comprender el peso de sus palabras. Akame llevaba mucho tiempo en el exilio. Había sido un ninja poderoso y había recurrido a unas compañías bastante dudables. Pero había sobrevivido. ¿Cuál era el precio para seguir viviendo? ¿Tendría que aliarse con alguien de aquella calaña? ¿Tendría que dejar atrás sus principios e ideales —que, aunque estaban dañados, aún luchaban por subsistir en su mente— para ver un nuevo día?
Por un momento, no vio al Uchiha delante suyo. La persona que estaba delante era el mismo Juro. Apestando a alcohol, demacrado y marcado de por vida. Con unos ojos fríos y sin brillo. Sin esperanza. Sin deseos. Solo viviendo por alguna clase de inercia que le empujaba por un pozo cada vez más profundo.
Las nuevas y deprimentes palabras de Akame le sacaron de la ensoñación, pero el miedo ya había sido implantado en él.
— Lo entiendo. Si detenemos nuestro camino o dejamos de fortalecernos, es muy probable que acabemos muertos. Pero el poder también nos condena, de la misma y de muchas maneras diferentes — suspiró Juro, consciente de que no había mucho que añadir a la reflexión ya hecha —. Menuda mierda, ¿no? Es como un callejón sin salida.
» Gracias por tus consejos. Entiendo a lo que te refieres — No entendía el precio, claro está. No lo había sufrido. Pero entendía que el camino al que le llevaba su vida era oscuro y, probablemente, corto. Entendía que habría un precio que no sería capaz de pagar y que moriría por ello ----. Supongo que en nuestro oficio la muerte está siempre al acecho. Antes, intentaba no prestarle atención, pero desde el exilio, no dejo de pensar en ella y en como ocurrirá. Supongo que es lo lógico. Vivir para ver un nuevo día es muchas veces lo menos probable cuando todo el mundo te quiere muerto. ¿Es así para ti? ¿Hay algo que te perturbe de estas manera?
Quizá el impacto de las últimas palabras de Akame no le hirió tanto como cabría esperar. Al fin y al cabo, Zaide ya le había hecho reflexionar al respecto. O puede que, simplemente, el muchacho ya supiera que su destino iba a ser aquel. Realmente era un destino que todos sellaban cuando acogían la bandana, aunque eran demasiado pequeños para comprenderlo.
No. Lo que Juro sentía con la muerte no era solamente miedo. Quizá había cierta curiosidad y cierto sentido de la causalidad en su pensamiento. No le importaba lo que el Uchiha pensara de él a esas alturas. Temer era algo lógico, aunque fuera a una de las cosas más banales y a la vez más terribles que les asolaban.
Sólo te daré una advertencia, compañero. Cuando era un joven ninja, mi maestro me dijo una vez: "un gran poder conlleva una gran responsabilidad". Pero mucho tiempo después entendí que no tiene nada que ver con responsabilidades o deberes, sino con una carga. Un gran poder conlleva una gran carga, y cuanto más poderoso se es, más pesada se vuelve. No importa lo que creas o dejes de creer: nadie puede soportar una carga así, no eternamente.
El rostro del Uchiha reflejaba, de cierta manera, aquella carga que le había destrozado. El marionetista sintió un profundo escalofrío al comprender el peso de sus palabras. Akame llevaba mucho tiempo en el exilio. Había sido un ninja poderoso y había recurrido a unas compañías bastante dudables. Pero había sobrevivido. ¿Cuál era el precio para seguir viviendo? ¿Tendría que aliarse con alguien de aquella calaña? ¿Tendría que dejar atrás sus principios e ideales —que, aunque estaban dañados, aún luchaban por subsistir en su mente— para ver un nuevo día?
Por un momento, no vio al Uchiha delante suyo. La persona que estaba delante era el mismo Juro. Apestando a alcohol, demacrado y marcado de por vida. Con unos ojos fríos y sin brillo. Sin esperanza. Sin deseos. Solo viviendo por alguna clase de inercia que le empujaba por un pozo cada vez más profundo.
Las nuevas y deprimentes palabras de Akame le sacaron de la ensoñación, pero el miedo ya había sido implantado en él.
— Lo entiendo. Si detenemos nuestro camino o dejamos de fortalecernos, es muy probable que acabemos muertos. Pero el poder también nos condena, de la misma y de muchas maneras diferentes — suspiró Juro, consciente de que no había mucho que añadir a la reflexión ya hecha —. Menuda mierda, ¿no? Es como un callejón sin salida.
» Gracias por tus consejos. Entiendo a lo que te refieres — No entendía el precio, claro está. No lo había sufrido. Pero entendía que el camino al que le llevaba su vida era oscuro y, probablemente, corto. Entendía que habría un precio que no sería capaz de pagar y que moriría por ello ----. Supongo que en nuestro oficio la muerte está siempre al acecho. Antes, intentaba no prestarle atención, pero desde el exilio, no dejo de pensar en ella y en como ocurrirá. Supongo que es lo lógico. Vivir para ver un nuevo día es muchas veces lo menos probable cuando todo el mundo te quiere muerto. ¿Es así para ti? ¿Hay algo que te perturbe de estas manera?
Quizá el impacto de las últimas palabras de Akame no le hirió tanto como cabría esperar. Al fin y al cabo, Zaide ya le había hecho reflexionar al respecto. O puede que, simplemente, el muchacho ya supiera que su destino iba a ser aquel. Realmente era un destino que todos sellaban cuando acogían la bandana, aunque eran demasiado pequeños para comprenderlo.
No. Lo que Juro sentía con la muerte no era solamente miedo. Quizá había cierta curiosidad y cierto sentido de la causalidad en su pensamiento. No le importaba lo que el Uchiha pensara de él a esas alturas. Temer era algo lógico, aunque fuera a una de las cosas más banales y a la vez más terribles que les asolaban.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60