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Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#20
El Uchiha asintió. Aquel chico le gustaba, las cazaba todas al vuelo; era inteligente, sin duda. Debía serlo, se dijo Akame, pues nadie llegaba al rango de jōnin sin ser un individuo de grandes habilidades, y mucho menos era capaz de asesinar a su propio Kage y vivir para contarlo. No debía extrañarse de que pudiera bucear en sus palabras con tal facilidad, ni de que sus ojos —aquellos ojos que de algún modo parecían no haber perdido la inocencia del todo— le resultaran como dos lupas que le escudriñaban el alma.

Supongo que en nuestro oficio la muerte está siempre al acecho. Antes, intentaba no prestarle atención, pero desde el exilio, no dejo de pensar en ella y en como ocurrirá. Supongo que es lo lógico. Vivir para ver un nuevo día es muchas veces lo menos probable cuando todo el mundo te quiere muerto. ¿Es así para ti? ¿Hay algo que te perturbe de estas manera?

Akame se revolvió en su capa de viaje.

Pienso en la muerte cada día —se sinceró, finalmente. Aunque por su forma de hablar, no quedaba claro si lo decía con tristeza o con alivio—. Quiero creer que cuando ocurra, caminaré por un sendero entre los verdes campos de trigo hasta reunirme con mis seres queridos —no le quedaban muchos a este otro lado del Yomi—, si lo piensas así no suena tan mal, ¿eh?

Su mirada, absorta en las llamas, se dirigió un momento hacia Juro.

Pero todavía no encuentro la certeza de estar listo para partir. Desde que soy libre he luchado por una causa, por una causa he desafiado a Ōnindo, por una causa he pagado un alto precio —se recostó sobre la duna a su espalda—. Pero aún no se ha terminado... —en su voz se podía intuir que dudaba. Quizás su fe en aquellas ideas que le habían llevado a luchar contra los Daimyō se tambaleaban, o tal vez era simplemente su voluntad, que flaqueaba—. ¿Qué harías tú en mi lugar, Juro? ¿Dejarías de pelear? ¿Serviría para algo el sacrificio de tantas y tantas personas en los Dojos si dejáramos nuestra revolución a medias?

Volvió a mirar al fuego, cuyas llamas anaranjadas danzaban en la oscuridad.

De repente el Uchiha se irguió como un palo. Más allá tras la espalda de Juro, sobre la loma de una duna cercana, sus ojos captaron el brillo titilante de una luz en mitad de la noche, que avanzaba a duras penas... Hasta que se detuvo. Akame entrelazó las manos bajo su manta y al instante una copia idéntica de sí mismo apareció junto a la lumbre con un "puf". Ambos se miraron y el Kage Bunshin abandonó el precario campamento, desapareciendo entre las sombras al salir del alcance lumínico de la candela.

Probablemente no sea nada. Algún viajero solitario...
Diálogo - «Pensamiento» - Narración

Mangekyō utilizado por última vez: Flama, Verano de 220

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Mensajes en este tema
RE: El destino de los desterrados - por Uchiha Akame - 16/09/2021, 18:14


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