16/09/2021, 18:26
— ¿Solo tenemos que no perder de vista el cubilete? ¡De acuerdo! Podemos hacerlo.
El mago sonrió.
— Si encontráis la piedrecita habéis pasado, así de sencillo.
—Comprendo niño. Vamos a ver.
— Pues si estáis preparadas, allá vamos.
Puso los tres cubiletes boca abajo. Empezó a moverlos de un lado para otro, cogiéndolos y soltándolos para coger otros y moverlos también. Lo hacía con cierta destreza, pero ellas eran kunoichis, acostumbradas a ver armas al vuelo y esquivarlas al instante. ¿Qué era seguir unos cubiletes para ellas? Nada.
Ambas sabían perfectamente que el cubilete en el que estaba la piedra era el de la derecha. Sin embargo, el mago rezumaba confianza. Se quedó mirando a las chicas, con las manos a la espera de que le dijesen cual era.
— ¿Y bien?
El mago sonrió.
— Si encontráis la piedrecita habéis pasado, así de sencillo.
—Comprendo niño. Vamos a ver.
— Pues si estáis preparadas, allá vamos.
Puso los tres cubiletes boca abajo. Empezó a moverlos de un lado para otro, cogiéndolos y soltándolos para coger otros y moverlos también. Lo hacía con cierta destreza, pero ellas eran kunoichis, acostumbradas a ver armas al vuelo y esquivarlas al instante. ¿Qué era seguir unos cubiletes para ellas? Nada.
Ambas sabían perfectamente que el cubilete en el que estaba la piedra era el de la derecha. Sin embargo, el mago rezumaba confianza. Se quedó mirando a las chicas, con las manos a la espera de que le dijesen cual era.
— ¿Y bien?