20/09/2021, 11:46
Eri arqueó una ceja cuando Reiji comenzó a hablar. Cierto bijū... Claro, aquel que vivía en las aguas de Uzushiogakure y que parecía tener buena relación con el herrero le había dejado caer que buscaba armarse hasta las cejas, y él había comenzado a practicar. «¿Le impedirá moverse rápidamente por el agua? De normal ya es muy grande... ¿El chakra pesará más dependiendo de quién venga?»
Con nuevas incógnitas en la cabeza, Eri se quedó pensativa cuando su acompañante terminaba su relato para darle a entender a la Uzumaki que habría material de sobra para practicar.
—Pues si podemos trabajar con ello, sería buena idea comenzar por ver cómo son y cómo se amoldan a nosotros, ¡vamos! —animó. Pues sin un Akimichi cerca y queriéndole dar una sorpresa, solo quedaba usarse a ellos mismos de conejillos de indias.
Con nuevas incógnitas en la cabeza, Eri se quedó pensativa cuando su acompañante terminaba su relato para darle a entender a la Uzumaki que habría material de sobra para practicar.
—Pues si podemos trabajar con ello, sería buena idea comenzar por ver cómo son y cómo se amoldan a nosotros, ¡vamos! —animó. Pues sin un Akimichi cerca y queriéndole dar una sorpresa, solo quedaba usarse a ellos mismos de conejillos de indias.