20/09/2021, 19:11
Nao emprendió entonces la marcha tranquilamente, además de sonreír ante los comentarios de la chica, siendo que le agradaba que ella al menos fuese amable. Seguía, eso sí, con su paraguas en todo momento, en contraste con la chica que dejaba bañarse la piel por Amenokami. Una escena rara, siendo que al menos en Amegakure, Nao era el que lucía como loco con esa acción.
—Tal vez pueda parecer raro que utilice un paraguas, pero ha de entender que antes de venir aquí, yo no había visto jamás la lluvia. Y aunque mi cuerpo se haya tenido que acostumbrar a mojarse si deseaba vivir en Amegakure, eso no significa que me guste — Comentó al aire.
Quería dejar claro su punto, puesto que había notado que la chica seguramente lo miraba como un bicho raro en medio de un país famoso por la lluvia eterna que la recorre.
—No se equivoque, no vengo del extranjero. Nací en el País de la Tormenta, pero vengo de dónde nunca llueve — Dejaría que Jun adivinara de dónde provenía.
—Tal vez pueda parecer raro que utilice un paraguas, pero ha de entender que antes de venir aquí, yo no había visto jamás la lluvia. Y aunque mi cuerpo se haya tenido que acostumbrar a mojarse si deseaba vivir en Amegakure, eso no significa que me guste — Comentó al aire.
Quería dejar claro su punto, puesto que había notado que la chica seguramente lo miraba como un bicho raro en medio de un país famoso por la lluvia eterna que la recorre.
—No se equivoque, no vengo del extranjero. Nací en el País de la Tormenta, pero vengo de dónde nunca llueve — Dejaría que Jun adivinara de dónde provenía.