20/09/2021, 19:42
Durante un instante, el mago dio un paso atrás con los ojos como platos, completamente pillado por sorpresa. No tardó en recomponerse y tras toser un poco posó la mano sobre el cubilete.
— Vaya, veo que os enseñan bien en la academia... — empezó a alzarlo poco a poco, hablando con desgana. — ¡Pero no lo suficientemente bien! — alzó el cubilete del todo, desvelando que no había nada bajo el mismo.
Cambió la expresión por completo, sonriendo abiertamente a las kunoichis.
— En fin, no pasa nada, chicas. Hay tiempo, podéis seguir intentandolo. Pero recordad, para entender la magia, teneis que creer en ella. — dio un par de golpecitos al culo de uno de los cubiletes y lo destapó, desvelando que la piedra se encontraba en el cubilete central.
— Vaya, veo que os enseñan bien en la academia... — empezó a alzarlo poco a poco, hablando con desgana. — ¡Pero no lo suficientemente bien! — alzó el cubilete del todo, desvelando que no había nada bajo el mismo.
Cambió la expresión por completo, sonriendo abiertamente a las kunoichis.
— En fin, no pasa nada, chicas. Hay tiempo, podéis seguir intentandolo. Pero recordad, para entender la magia, teneis que creer en ella. — dio un par de golpecitos al culo de uno de los cubiletes y lo destapó, desvelando que la piedra se encontraba en el cubilete central.