24/09/2021, 11:58
Asentí y guíe a Eri hasta casa de mis padres. No era la primera vez que Eri había estado allí, su anterior visita había sido para pedir un arma en el mejor lugar donde podia pedirla. Efectivamente, En la forja de los Sasaki.
La guíe por el jardín de la casa hasta la parte trasera de la forja, donde habia algo tapado con una manta blanca enorme. Algo del temaño de un edificio, tumbado a lo largo, eso si. Retiré la manta para dejar a la vista tres grandes trozos de metal fon forma de espada. Claro que, ni estaban afiladas, ni eran perfectas. Para algunos, eso serian fracasos. Para mí, solo eran experimentos que había que mejorar. No era fácil hacer un arma de semejante tamaño.
—Aquí tienes, material reutilizable. Se puede doblar, romper, aplastar. Lo que quieras.
Y cuando terminase... Bueno, todo ese acero era para fundir y hacer nuevas armas, ya fueran grandes o pequeñas. Así que no pasaba nada si lo destrozaba haciendo pruebas.
La guíe por el jardín de la casa hasta la parte trasera de la forja, donde habia algo tapado con una manta blanca enorme. Algo del temaño de un edificio, tumbado a lo largo, eso si. Retiré la manta para dejar a la vista tres grandes trozos de metal fon forma de espada. Claro que, ni estaban afiladas, ni eran perfectas. Para algunos, eso serian fracasos. Para mí, solo eran experimentos que había que mejorar. No era fácil hacer un arma de semejante tamaño.
—Aquí tienes, material reutilizable. Se puede doblar, romper, aplastar. Lo que quieras.
Y cuando terminase... Bueno, todo ese acero era para fundir y hacer nuevas armas, ya fueran grandes o pequeñas. Así que no pasaba nada si lo destrozaba haciendo pruebas.