8/10/2021, 00:46
(Última modificación: 8/10/2021, 01:00 por Zhaoren Lyndis. Editado 1 vez en total.)
— ¿Si? ¿Tu crees? — Respondió torciendo un poco la cabeza, pero no tan extrañada como para que se le notara en el rostro. — Bueno, cuando el torneo de los dojos te presentaste bajo un mote similar, y como sabes mi nombre real pues era por decir una especie de mote... ¡Pero no me llames así en público! — Dijo dándose cuenta alzando un dedo y girándose a ella, algo ruborizada. — Es demasiado raro, piensa como sería si alguien me llamara en alto por el en una calle abarrotada.
Por todo el camino, seguiría platicando con Ranko. La chica peliplateada sentía que había hecho muy buenas migas con ella, y en parte ya tenía ganas de terminar aquella misión para quedar con ella en la aldea. Y ahora que salvo una pieza deportiva no llevaba nada en la parte superior, podría ver tanto en parte del torso como la espalda, cicatrices por tod l cuerpo, que obviamente no correspondían a la pelea que habían tenido. Recordaría el quedar para entrenar como habían acordado uno de los días anteriores, pero recalcando el hecho de posteriormente salir a comer o cenar algo, así como pasar el rato algún día juntas. Seguro que Ranko la habría vuelto a regañar por haberse expuesto de aquella forma, y esta volvería a decir que como todo había salido bien, que más daba.
Tardaran lo que tardaran, el magullado cuerpo de la chica de piel bronceada seguía castigado todavía por las fuertes llamas de aquel combate, y aquello le pasaría factura, estando bastante exhausta.
Por todo el camino, seguiría platicando con Ranko. La chica peliplateada sentía que había hecho muy buenas migas con ella, y en parte ya tenía ganas de terminar aquella misión para quedar con ella en la aldea. Y ahora que salvo una pieza deportiva no llevaba nada en la parte superior, podría ver tanto en parte del torso como la espalda, cicatrices por tod l cuerpo, que obviamente no correspondían a la pelea que habían tenido. Recordaría el quedar para entrenar como habían acordado uno de los días anteriores, pero recalcando el hecho de posteriormente salir a comer o cenar algo, así como pasar el rato algún día juntas. Seguro que Ranko la habría vuelto a regañar por haberse expuesto de aquella forma, y esta volvería a decir que como todo había salido bien, que más daba.
Tardaran lo que tardaran, el magullado cuerpo de la chica de piel bronceada seguía castigado todavía por las fuertes llamas de aquel combate, y aquello le pasaría factura, estando bastante exhausta.
¡Gracias a Ranko por el avatar!