9/10/2021, 03:10
(Última modificación: 9/10/2021, 03:13 por Uchiha Datsue. Editado 2 veces en total.)
—Los cojones. Te enviaré la factura cuando Amegakure me construya el nuevo.
Noto un cosquilleo en el pecho cuando imagino la cara de Datsue al ver la cifra, y ese cosquilleo sube a mi garganta hasta hacer vibrar mis cuerdas vocales. Sin que yo se lo haya mandado, mi boca se abre y emite sonidos. Eso me deja algo turbado. Pensé que tenía control total sobre mi cuerpo.
Intuyo que es lo que llaman risa.
Me dura poco, y cuando la carcajada finalmente muere en mis labios, me doy cuenta que es una sensación placentera. Quiero volver a sentirla. Aunque no sé muy bien cómo conseguirlo. En mis recuerdos prestados, Datsue se reía por bromas picantes, mofas a kusajines y un ligero humor negro. Shukaku, en cambio, le hacía gracia meterse con la gente, asustarla, y un humor tan negro como el petróleo.
No sé si eso funcionará conmigo.
El brazo de Hanabi se adelanta, y el disco que lanza junto a él me recuerda para qué he nacido. El instinto me dice que soy demasiado grande y poderoso como para molestarme en esquivar una pieza de acero, y al mismo tiempo que necesito hacerlo. En el último momento, decido hacer caso a mi segunda corazonada, flexionando las rodillas. Debo hacerlo torpemente, porque braceo por instinto para no perder el equilibrio. Al menos el disco pasó por encima de mi cráneo. Hanabi me está tanteando, eso es una certeza. Un regalo en forma de tiempo que pienso aprovechar.
Necesito conocerme mejor.
Decido empezar por algo sencillo. Algo que nunca he hecho, no realmente, pero que recuerdo hacer, por absurdo que suene. Mi mano adelantada se ilumina con chakra Raiton, y decenas de senbons eléctricos salen disparados de una tacada.
Noto un cosquilleo en el pecho cuando imagino la cara de Datsue al ver la cifra, y ese cosquilleo sube a mi garganta hasta hacer vibrar mis cuerdas vocales. Sin que yo se lo haya mandado, mi boca se abre y emite sonidos. Eso me deja algo turbado. Pensé que tenía control total sobre mi cuerpo.
Intuyo que es lo que llaman risa.
Me dura poco, y cuando la carcajada finalmente muere en mis labios, me doy cuenta que es una sensación placentera. Quiero volver a sentirla. Aunque no sé muy bien cómo conseguirlo. En mis recuerdos prestados, Datsue se reía por bromas picantes, mofas a kusajines y un ligero humor negro. Shukaku, en cambio, le hacía gracia meterse con la gente, asustarla, y un humor tan negro como el petróleo.
No sé si eso funcionará conmigo.
El brazo de Hanabi se adelanta, y el disco que lanza junto a él me recuerda para qué he nacido. El instinto me dice que soy demasiado grande y poderoso como para molestarme en esquivar una pieza de acero, y al mismo tiempo que necesito hacerlo. En el último momento, decido hacer caso a mi segunda corazonada, flexionando las rodillas. Debo hacerlo torpemente, porque braceo por instinto para no perder el equilibrio. Al menos el disco pasó por encima de mi cráneo. Hanabi me está tanteando, eso es una certeza. Un regalo en forma de tiempo que pienso aprovechar.
Necesito conocerme mejor.
Decido empezar por algo sencillo. Algo que nunca he hecho, no realmente, pero que recuerdo hacer, por absurdo que suene. Mi mano adelantada se ilumina con chakra Raiton, y decenas de senbons eléctricos salen disparados de una tacada.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado