9/10/2021, 11:26
(Última modificación: 9/10/2021, 11:34 por Eikyuu Juro. Editado 1 vez en total.)
Juro se encogió de hombros, consciente de que en realidad no podía discutirle nada de lo que había dicho. Kenzō había sido inteligente a su parecer, pero también era cierto que la situación le había superado. Y al final, había pagado el precio. Toda acción tenía su consecuencia.
No le gustaba demasiado pensar en el tema. Por un lado, le traía recuerdos demasiado complejos. Por otro, le recordaba que él ahora también estaba jugando. Bajo sus propias reglas, pero en el mismo tablero que los demás. Y eso quería decir que un paso en falso le haría pagar por sus errores, quizá de una manera peor. Los tiempos que se avecinaban no iban a ser precisamente pacíficos.
El marionetista no se alertó cuando Akame metió la mano bajo su capa, porque suponía que si quisiera hacerle daño, lo habría hecho hace rato. Su pensamiento se confirmó cuando le vio sacar un cigarrillo. Desde luego, las adicciones iban con él.
« ¿Es así como combates contra todo lo que llevas dentro, Akame? » — se preguntó. Después de hablar con él, creía poder entender un poco mejor a Uchiha Akame, pero aun así, estaba seguro de que el exiliado tenía múltiples capas que él ni si quiera podría llegar a comprender. Aunque era lógico. Al fin y al cabo, en muy raras ocasiones puedes afirmar que conoces con exactitud a una persona.
—¿Cómo es? —preguntó, señalando al pecho de Juro—. Ya sabes, tu inquilino. ¿Te deja dormir algunas veces, al menos?
Juro frunció el ceño, sin entender.
— ¿Algunas veces? Pues claro. Los primeros días tuve alguna pesadilla, pero en general, este tema no es algo que me quite el sueño por las noches — Lo que se lo quitaba eran otros problemas—. ¿Por qué lo preguntas?
Desconocía al Shukaku, su aspecto o su personalidad. Así que era normal que el marionetista no entendiera ninguna de las implicaciones de la pregunta.
— Mi inquilino es... bueno, un poco siniestro. Lo primero que supe de él fue su voz, resonando en mi interior, y prometiéndome que me despedazaría si pudiera — Pudo notar como Chōmei se revolvía, quizá un poco incomodo, en su interior. No era un recuerdo agradable para ninguno. Empezaron muy mal. Afortunadamente, eso había acabado —. Se burla de mí, con un tono muy infantil y despreocupado. No suele hacer mucho, pero alguna vez, especialmente cuando se ha sentido aludido, se ha asegurado de recordarme que está ahí. Y su aspecto.... bueno, tiene forma de insecto. Es la criatura más extraña que he visto nunca.
De momento, decidió no decir más y esperar su reacción. Puede que el hecho de que ahora se llevaran bien o de que lo hubiera liberado no le interesara lo más mínimo al Uchiha, pero Juro entendía que no era algo que pudiera soltar así, como si nada. Especialmente sin saber la relación que tenía Akame con los bijuu.
No le gustaba demasiado pensar en el tema. Por un lado, le traía recuerdos demasiado complejos. Por otro, le recordaba que él ahora también estaba jugando. Bajo sus propias reglas, pero en el mismo tablero que los demás. Y eso quería decir que un paso en falso le haría pagar por sus errores, quizá de una manera peor. Los tiempos que se avecinaban no iban a ser precisamente pacíficos.
El marionetista no se alertó cuando Akame metió la mano bajo su capa, porque suponía que si quisiera hacerle daño, lo habría hecho hace rato. Su pensamiento se confirmó cuando le vio sacar un cigarrillo. Desde luego, las adicciones iban con él.
« ¿Es así como combates contra todo lo que llevas dentro, Akame? » — se preguntó. Después de hablar con él, creía poder entender un poco mejor a Uchiha Akame, pero aun así, estaba seguro de que el exiliado tenía múltiples capas que él ni si quiera podría llegar a comprender. Aunque era lógico. Al fin y al cabo, en muy raras ocasiones puedes afirmar que conoces con exactitud a una persona.
—¿Cómo es? —preguntó, señalando al pecho de Juro—. Ya sabes, tu inquilino. ¿Te deja dormir algunas veces, al menos?
Juro frunció el ceño, sin entender.
— ¿Algunas veces? Pues claro. Los primeros días tuve alguna pesadilla, pero en general, este tema no es algo que me quite el sueño por las noches — Lo que se lo quitaba eran otros problemas—. ¿Por qué lo preguntas?
Desconocía al Shukaku, su aspecto o su personalidad. Así que era normal que el marionetista no entendiera ninguna de las implicaciones de la pregunta.
— Mi inquilino es... bueno, un poco siniestro. Lo primero que supe de él fue su voz, resonando en mi interior, y prometiéndome que me despedazaría si pudiera — Pudo notar como Chōmei se revolvía, quizá un poco incomodo, en su interior. No era un recuerdo agradable para ninguno. Empezaron muy mal. Afortunadamente, eso había acabado —. Se burla de mí, con un tono muy infantil y despreocupado. No suele hacer mucho, pero alguna vez, especialmente cuando se ha sentido aludido, se ha asegurado de recordarme que está ahí. Y su aspecto.... bueno, tiene forma de insecto. Es la criatura más extraña que he visto nunca.
De momento, decidió no decir más y esperar su reacción. Puede que el hecho de que ahora se llevaran bien o de que lo hubiera liberado no le interesara lo más mínimo al Uchiha, pero Juro entendía que no era algo que pudiera soltar así, como si nada. Especialmente sin saber la relación que tenía Akame con los bijuu.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60