11/10/2021, 14:56
— ¿Eeeeeeeeeeeh? — Dijo arqueando una ceja bastante molesta, hasta que tan solo unos segundos después concreto que debia de ser pasados los tres dias, no al tercero.
Lyndis se giró para mirar a Ranko, no buscando recriminarla si no confusa por aquella respuesta. Seguramente fue eso lo que concretó y lo mal interpretaron pero... Menuda gilipollez, se quejó en el interior.
— Bueno, en un par de horas será ya el cuarto día asi que... Tampoco estabamos seguras de si debía de ser justo en medianoche. Tal vez se deshacían como un hechizo mágico con la última campanada — dijo intentando salir del paso con sarcasmo, alzando la maleta con una mano y luego sosteniéndola con ambas para o bien que las observara, o bien ofrecérsela para que se la llevara. — Supongo que la proxima vez podría especificar que es al cuarto dia. Y la hora en concreto cuando debe de ser entregada. Solo nos adelantamos porque lo malinterpretamos y aun así la hemos protegido de un par de bandidos que querían los secretos de su cocina
Volvió a arquear una ceja, y si aquel hombre se fijaba levemente en su ropa vería que los extremos estaban chamuscados, y la piel de la joven también podían observarse diversas quemaduras, yendo desde la espalda hacia delante. Ahora encima, debería de volver a dejarse la pequeña coleta.
Lyndis se giró para mirar a Ranko, no buscando recriminarla si no confusa por aquella respuesta. Seguramente fue eso lo que concretó y lo mal interpretaron pero... Menuda gilipollez, se quejó en el interior.
— Bueno, en un par de horas será ya el cuarto día asi que... Tampoco estabamos seguras de si debía de ser justo en medianoche. Tal vez se deshacían como un hechizo mágico con la última campanada — dijo intentando salir del paso con sarcasmo, alzando la maleta con una mano y luego sosteniéndola con ambas para o bien que las observara, o bien ofrecérsela para que se la llevara. — Supongo que la proxima vez podría especificar que es al cuarto dia. Y la hora en concreto cuando debe de ser entregada. Solo nos adelantamos porque lo malinterpretamos y aun así la hemos protegido de un par de bandidos que querían los secretos de su cocina
Volvió a arquear una ceja, y si aquel hombre se fijaba levemente en su ropa vería que los extremos estaban chamuscados, y la piel de la joven también podían observarse diversas quemaduras, yendo desde la espalda hacia delante. Ahora encima, debería de volver a dejarse la pequeña coleta.
¡Gracias a Ranko por el avatar!