12/10/2021, 00:10
Ella sabía que el truco debería estar en algún elemento de esos. La piedrecita, los cubiletes, la barra. Aunque, al parecer, en los cubiletes no se encontraba la respuesta, ya que, cuando el mago se los mostró, no había mucho indicio de que fuera eso. Simplemente calló, esperando a que el mago prosiga.
Esta vez el chico fue más lento, cosa que a Jun la molestó un poco. Estaba bien que no habían logrado descubrir donde estaba la piedra, pero no había necesidad de hacer dicho vacile.
Nuevamente, notaría que la piedra estaría en el recipiente de la derecha. Parecía que Kimi también había notado lo mismo. Pero no. No podía ser así. Eso era casi como un deja vu.
La Nara miró a su compañera, la cual estaba aún confundida. Y ella también lo estaba, pero se mostraba mucho más curiosa que confusa.
—¿Sabes? Yo también la vi que estaba en la derecha. Pero ya nos dimos cuenta que esto no es una cuestión de velocidad o de lo que nuestros ojos ven. Sin ofender, pero no creo que él sea lo suficiente ágil con las manos para engañar de frente a dos kunoichis sin ningún truco atrás. Además, confío demasiado en mi vista. — Llevó la mano a su mentón y miró al mago. —Los cubiletes no son pero, ¿qué es? ¿La piedra? ¿La mesa? ¿Tiene una piedra entre las mangas? No creo. — Alzó una ceja y le miró completamente seria. —¿Acaso es una técnica?
No era una total experta en ilusiones, pero ya había tenido dos encontronazos en su momento con ellas y sabía que, si algo le sonaba ilógico, muy probablemente se trataba de esta famosa arte ninja.
Esta vez el chico fue más lento, cosa que a Jun la molestó un poco. Estaba bien que no habían logrado descubrir donde estaba la piedra, pero no había necesidad de hacer dicho vacile.
Nuevamente, notaría que la piedra estaría en el recipiente de la derecha. Parecía que Kimi también había notado lo mismo. Pero no. No podía ser así. Eso era casi como un deja vu.
La Nara miró a su compañera, la cual estaba aún confundida. Y ella también lo estaba, pero se mostraba mucho más curiosa que confusa.
—¿Sabes? Yo también la vi que estaba en la derecha. Pero ya nos dimos cuenta que esto no es una cuestión de velocidad o de lo que nuestros ojos ven. Sin ofender, pero no creo que él sea lo suficiente ágil con las manos para engañar de frente a dos kunoichis sin ningún truco atrás. Además, confío demasiado en mi vista. — Llevó la mano a su mentón y miró al mago. —Los cubiletes no son pero, ¿qué es? ¿La piedra? ¿La mesa? ¿Tiene una piedra entre las mangas? No creo. — Alzó una ceja y le miró completamente seria. —¿Acaso es una técnica?
No era una total experta en ilusiones, pero ya había tenido dos encontronazos en su momento con ellas y sabía que, si algo le sonaba ilógico, muy probablemente se trataba de esta famosa arte ninja.