15/10/2021, 14:49
Ranko no supo cómo reaccionar a la reacción de Lyndis. ¿Qué quería decir que se pusiera tan nerviosa? En la tarde había echado a tierra su intento de avance, pero ahora le miraba con ojos de sumo interés. Ojos que parecían ruborizar más y más a la castaña.
Por un momento ambas se perdieron en la mirada de la otra.
Y luego, la peliplateada hizo algo totalmente inesperado: fue hasta un jarrón con flores, algo típico de algunas posadas y hoteles, tomaría una ramita con dos flores, regresaría a Ranko y...
"Oh cielos, ¿Está...? OH CIELOS OH CIELOS OH CIELOS"
Y la colocaría en el cabello de Ranko, otorgándole el accesorio perfecto para sus largos rizos.
"AAAAAAAAAH LO HIZO AAAAAAAAH" gritó Ranko mentalmente, mientras una Lyndis, totalmente hecha un manojo de nervios y mejillas rojas, le decía lo guapa que se veía. Pero ahora no parecía el mismo comentario de la tarde. Ahora no era un 'eres guapa y ya', ahora era un 'te ves guapa, cariño'. "¡No, Ranko! ¡No dijo eso!"
¿Por qué se le hacía tan tierno verla reaccionar así? La Lyndis ruda se le hacía atractiva, pero la Lyndis apenada era la cereza del pastel.
—S-s-sí. Va-Vamos. —dijo Ranko, con una vocecita.
Avanzó, dispuesta a salir, pero se detuvo justo a la puerta, abierta por la peliplateada, y le dirigió una mirada a su amiga. Pensándolo apenas un segundo, Ranko deslizó su brazo alrededor del brazo de Lyndis, instándola a guiarla.
—A-ahm... I-iré... Va-vamos a-a donde di-digas, Waai-chan. —dijo la castaña, con un rostro imposiblemente rojo.
Por un momento ambas se perdieron en la mirada de la otra.
Y luego, la peliplateada hizo algo totalmente inesperado: fue hasta un jarrón con flores, algo típico de algunas posadas y hoteles, tomaría una ramita con dos flores, regresaría a Ranko y...
"Oh cielos, ¿Está...? OH CIELOS OH CIELOS OH CIELOS"
Y la colocaría en el cabello de Ranko, otorgándole el accesorio perfecto para sus largos rizos.
"AAAAAAAAAH LO HIZO AAAAAAAAH" gritó Ranko mentalmente, mientras una Lyndis, totalmente hecha un manojo de nervios y mejillas rojas, le decía lo guapa que se veía. Pero ahora no parecía el mismo comentario de la tarde. Ahora no era un 'eres guapa y ya', ahora era un 'te ves guapa, cariño'. "¡No, Ranko! ¡No dijo eso!"
¿Por qué se le hacía tan tierno verla reaccionar así? La Lyndis ruda se le hacía atractiva, pero la Lyndis apenada era la cereza del pastel.
—S-s-sí. Va-Vamos. —dijo Ranko, con una vocecita.
Avanzó, dispuesta a salir, pero se detuvo justo a la puerta, abierta por la peliplateada, y le dirigió una mirada a su amiga. Pensándolo apenas un segundo, Ranko deslizó su brazo alrededor del brazo de Lyndis, instándola a guiarla.
—A-ahm... I-iré... Va-vamos a-a donde di-digas, Waai-chan. —dijo la castaña, con un rostro imposiblemente rojo.
Pensamientos (Plum) ✧ Diálogos (PaleVioletRed)