19/10/2021, 22:23
Sin darse cuenta (o quizás queriéndolo mucho), Ranko inclinó su cabeza muy tímidamente hacia Lyndis. La peliplateada era más alta que la castaña, así que no le costó mucho el apoyarse en el hombro de la chica.
"¿Ranko? ¿Qué haces?" se preguntó, para luego responderse. "Nada, sólo... Me relajo."
Era como si una fuerza invisible le mantuviera de pie. Sentía que en cualquier momento se derretiría como un hielo en un horno. Se dio cuenta que estar tomada del brazo de Lyndis le deshacía y a la vez le hacía resistir. Era una paradoja maravillosa.
—¿Plato... F-favorito...? Ahm... Bu-bueno... Creo... Creo que las carnes asadas. S-sé que suena m-muy tosco, es sólo que... B-bueno... Como bastante por el entrenamiento y... Ahm...
Se calló antes de que dijera algo en potencia vergonzoso. Jugueteó con sus pulgares mientras seguían buscando algún sitio de buena barbacoa. Se llenó de valor al cabo de un rato.
—¿L-Lynn? Eh... Ahm... Gracias. La... La he pasado m-muy bien co-contigo. Y... Y... E-espero podamos... Ha-hacer más misiones juntas. O si-simplemente... Simplemente salir juntas. S-si gustas —Una idea cruzó la mente de la coneja, y al estar hablando, no la pensó dos veces —. P-podríamos ir a la ca-casa de mi familia e-en Notsuba. A... A entrenar. ¿T-te gustaría?
El corazón de Ranko se detendría (figurativamente) en lo que esperaba una respuesta. Luego seguiría a Lyndis al restaurante, a la posada y a Kusagakure. Y, sin saberlo, Lyndis acompañaría a partir de entonces a Ranko en su mente y en su corazón.
"¿Ranko? ¿Qué haces?" se preguntó, para luego responderse. "Nada, sólo... Me relajo."
Era como si una fuerza invisible le mantuviera de pie. Sentía que en cualquier momento se derretiría como un hielo en un horno. Se dio cuenta que estar tomada del brazo de Lyndis le deshacía y a la vez le hacía resistir. Era una paradoja maravillosa.
—¿Plato... F-favorito...? Ahm... Bu-bueno... Creo... Creo que las carnes asadas. S-sé que suena m-muy tosco, es sólo que... B-bueno... Como bastante por el entrenamiento y... Ahm...
Se calló antes de que dijera algo en potencia vergonzoso. Jugueteó con sus pulgares mientras seguían buscando algún sitio de buena barbacoa. Se llenó de valor al cabo de un rato.
—¿L-Lynn? Eh... Ahm... Gracias. La... La he pasado m-muy bien co-contigo. Y... Y... E-espero podamos... Ha-hacer más misiones juntas. O si-simplemente... Simplemente salir juntas. S-si gustas —Una idea cruzó la mente de la coneja, y al estar hablando, no la pensó dos veces —. P-podríamos ir a la ca-casa de mi familia e-en Notsuba. A... A entrenar. ¿T-te gustaría?
El corazón de Ranko se detendría (figurativamente) en lo que esperaba una respuesta. Luego seguiría a Lyndis al restaurante, a la posada y a Kusagakure. Y, sin saberlo, Lyndis acompañaría a partir de entonces a Ranko en su mente y en su corazón.
Pensamientos (Plum) ✧ Diálogos (PaleVioletRed)