20/10/2021, 19:10
El Kage Bunshin entrecerró los ojos con una sonrisilla divertida ante la furibunda réplica de Daigo.
—Grandes palabras para un shinobi tullido —siseó, juguetón—. ¿Sabes qué creo yo? Creo que tú y yo no tenemos nada en común. Y creo que no estarías tan dispuesto a reventarle la cabeza a un traidor de tu propia Aldea. A un... amigo. ¿O sí?
El viento de la noche mecía la capa de viaje color arena del clon mientras este se contoneaba ligeramente, divertido con la situación.
—¿Eh, Daigo? ¿Y si yo supiera dónde está uno de tus amiguitos sin bandana? —soltó una risilla traviesa—. Digamos incluso que te lo pongo a huevo, te la centro de forma que incluso alguien sin piernas, como tú, pueda rematar y meter gol. ¿Eso te gustaría?
—Grandes palabras para un shinobi tullido —siseó, juguetón—. ¿Sabes qué creo yo? Creo que tú y yo no tenemos nada en común. Y creo que no estarías tan dispuesto a reventarle la cabeza a un traidor de tu propia Aldea. A un... amigo. ¿O sí?
El viento de la noche mecía la capa de viaje color arena del clon mientras este se contoneaba ligeramente, divertido con la situación.
—¿Eh, Daigo? ¿Y si yo supiera dónde está uno de tus amiguitos sin bandana? —soltó una risilla traviesa—. Digamos incluso que te lo pongo a huevo, te la centro de forma que incluso alguien sin piernas, como tú, pueda rematar y meter gol. ¿Eso te gustaría?