27/10/2021, 22:38
—...Sí. Creo que está en el de la derecha.
Simultáneamente, el chico mago alzó el cubilete de la derecha, que estaba vacío de nuevo. Chasqueó la lengua para dar énfasis a la pena que daban las dos kunoichis, fallando repetidamente.
Por las palabras de ambas y sus expresiones, parecían creer ligeramente las palabras sobre la magia y el ojo interior. Eso era todo lo que necesitaba el mago, algo de creencia, un resquicio dónde meter su magia.
— Mira, como ya parece que ambas entendéis más o menos que la magia no se puede "ver". Lo voy a hacer de nuevo, pero esta vez cerrad los ojos hasta que acabe y a ver si tenéis más acierto. Intentad sentir la piedra.
Esperaría a que ambas contestarán antes de hacer nada más, expectante de su reacción.
Simultáneamente, el chico mago alzó el cubilete de la derecha, que estaba vacío de nuevo. Chasqueó la lengua para dar énfasis a la pena que daban las dos kunoichis, fallando repetidamente.
Por las palabras de ambas y sus expresiones, parecían creer ligeramente las palabras sobre la magia y el ojo interior. Eso era todo lo que necesitaba el mago, algo de creencia, un resquicio dónde meter su magia.
— Mira, como ya parece que ambas entendéis más o menos que la magia no se puede "ver". Lo voy a hacer de nuevo, pero esta vez cerrad los ojos hasta que acabe y a ver si tenéis más acierto. Intentad sentir la piedra.
Esperaría a que ambas contestarán antes de hacer nada más, expectante de su reacción.