29/10/2021, 15:06
Todo pasa en un suspiro, pero me doy cuenta. El cambio de peso de una pierna a otra de Hanabi. El bastón cediendo por un lado. Mi mente, demasiado preocupada en moldear chakra en mis piernas como para reaccionar a tiempo. Sí, me doy cuenta en ese instante.
He sido superado.
La capa de arena intercede por mí, pero es atravesada por el bastón en llamas y lo siguiente que siento es un golpetazo, seco y contundente, que me deja el cráneo vibrando y la piel ardiendo. Mi cuerpo sale despedido por los aires y cuando aterrizo, algo más torpe de lo que desearía, con ambas manos en la arena y una rondilla hincada, me doy cuenta de una segunda cosa.
Comparto con Datsue el disgusto a ser golpeado en la cara.
El dolor despierta algo en mí. Algo visceral y primitivo. Algo más abrasador que las llamas que lamieron mi piel. Tomo oxígeno y trato de apaciguar esa sensación, de enfriarla, pero es implacable. No responde a mi mente. Nace de abajo, del pecho, y se niega a bailar al son que le toco. Hay una parte de mí que quiere dejar subir ese calor a la cabeza y abrazarlo. La mera posibilidad me… Me aterra.
Me doy miedo.
Me fascino al mismo tiempo.
Me percato que sigo empuñando el ōkunai. Contra el bastón, y la habilidad del que la empuña, es un arma inútil. La dejo caer al mismo tiempo que elevo la mano e invoco una lanza de electricidad. Creo que Datsue la llama Chidori Eiso, o cualquier otro mote supuestamente épico que se le ocurra en el momento.
La lanza crece hacia Hanabi y con un movimiento de mano ejecuto un corte en horizontal para hacer más difícil su esquive.
He sido superado.
La capa de arena intercede por mí, pero es atravesada por el bastón en llamas y lo siguiente que siento es un golpetazo, seco y contundente, que me deja el cráneo vibrando y la piel ardiendo. Mi cuerpo sale despedido por los aires y cuando aterrizo, algo más torpe de lo que desearía, con ambas manos en la arena y una rondilla hincada, me doy cuenta de una segunda cosa.
Comparto con Datsue el disgusto a ser golpeado en la cara.
El dolor despierta algo en mí. Algo visceral y primitivo. Algo más abrasador que las llamas que lamieron mi piel. Tomo oxígeno y trato de apaciguar esa sensación, de enfriarla, pero es implacable. No responde a mi mente. Nace de abajo, del pecho, y se niega a bailar al son que le toco. Hay una parte de mí que quiere dejar subir ese calor a la cabeza y abrazarlo. La mera posibilidad me… Me aterra.
Me doy miedo.
Me fascino al mismo tiempo.
Me percato que sigo empuñando el ōkunai. Contra el bastón, y la habilidad del que la empuña, es un arma inútil. La dejo caer al mismo tiempo que elevo la mano e invoco una lanza de electricidad. Creo que Datsue la llama Chidori Eiso, o cualquier otro mote supuestamente épico que se le ocurra en el momento.
La lanza crece hacia Hanabi y con un movimiento de mano ejecuto un corte en horizontal para hacer más difícil su esquive.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado