29/10/2021, 22:57
Antes de que el camarero hiciese un inciso en la conversación de los chicos, Jun pareció querer decir algo. Sin embargo, la interrupción del recién llegado evitó que ésta llegase a completar siquiera una frase. Conforme el rubio aclaró su motivo, la kunoichi apresuró a devolver el saludo —a su manera— para continuar con una sencilla petición: dos refrescos. Antes de mediar más palabras, apresuró a preguntar de qué tipos tenía, y añadió una suculenta petición. Sí, unos refrescos a palo seco era un poco soso, algo para acompañar como unos aperitivos serían lo propio.
—S-sí. Tenemos varios tipos de patatas para acompañar los refrescos, ¿unas con sabor a queso podrían ser apropiadas? —contestó apresuradamente. —Con respecto a los refrescos, tenemos con sabor a fruta del dragón, fresa, limón, cerezas, o frutos del bosque.
Hayato, que no había intervenido hasta el momento, alzó la mano en un gesto que buscaba llamar la atención del mesero, si no de ambos —Para mí de frutos del bosque.
El rubio anotó en una pequeña libreta lo solicitado por el Senju, así como aprovechó para apuntar las patatas si nadie objetaba la sugerencia que había hecho. Tan solo faltaba la respuesta por parte de la Nara, y conforme ésta respondiese el camarero tomaría nota, y se iría con otra reverencia. Sin duda, cortés y educado.
Para cuando ésto sucediese, Siete no tardaría en dar de nuevo pie a continuar la conversación —bueno, ¿y decías... ?
—S-sí. Tenemos varios tipos de patatas para acompañar los refrescos, ¿unas con sabor a queso podrían ser apropiadas? —contestó apresuradamente. —Con respecto a los refrescos, tenemos con sabor a fruta del dragón, fresa, limón, cerezas, o frutos del bosque.
Hayato, que no había intervenido hasta el momento, alzó la mano en un gesto que buscaba llamar la atención del mesero, si no de ambos —Para mí de frutos del bosque.
El rubio anotó en una pequeña libreta lo solicitado por el Senju, así como aprovechó para apuntar las patatas si nadie objetaba la sugerencia que había hecho. Tan solo faltaba la respuesta por parte de la Nara, y conforme ésta respondiese el camarero tomaría nota, y se iría con otra reverencia. Sin duda, cortés y educado.
Para cuando ésto sucediese, Siete no tardaría en dar de nuevo pie a continuar la conversación —bueno, ¿y decías... ?