15/11/2021, 18:49
Datsue extendió su extraña capa de arena frente a su rostro para protegerse del embite del Uzukage. Hanabi sonrió y se agachó, para deslizar el bastón por debajo de la capa y golpear a su pupilo en el centro del pecho. El tacto no le gustó nada en absoluto, pero apenas tuvo tiempo de levantar una ceja en un gesto de asombro ya era demasiado tarde: allí había un tronco, y no venía solo.
—Mierda.
Una terrible explosión le alcanzó de lleno, enviándole varios metros más allá y haciéndole escupir arena. Su bastón, partido en dos, imitaba a la lanza de rayos de su oponente unos minutos antes. Hanabi apoyó sus brazos sobre la arena y se levantó con cierta torpeza. Tosió un par de veces y se aclaró la voz anteponiendo un puño metálico y cerrado por delante de su boca.
—Déjame hacerte una pregunta —dijo, en parte por ganar algo de tiempo, ya que el chakra no era un recurso infinito por mucho que uno más lo tuviera y necesitaba recuperarse del impacto de la explosión, pero también en parte por curiosidad—. ¿Quién de los dos está el mando? ¿Contra quién lucho? —Miró un instante ambos extremos de su bō, ahora uno en cada mano. Los arrojó a un lado y suspiró.
—Mierda.
¡¡¡BOOOOMMM!!!
Una terrible explosión le alcanzó de lleno, enviándole varios metros más allá y haciéndole escupir arena. Su bastón, partido en dos, imitaba a la lanza de rayos de su oponente unos minutos antes. Hanabi apoyó sus brazos sobre la arena y se levantó con cierta torpeza. Tosió un par de veces y se aclaró la voz anteponiendo un puño metálico y cerrado por delante de su boca.
—Déjame hacerte una pregunta —dijo, en parte por ganar algo de tiempo, ya que el chakra no era un recurso infinito por mucho que uno más lo tuviera y necesitaba recuperarse del impacto de la explosión, pero también en parte por curiosidad—. ¿Quién de los dos está el mando? ¿Contra quién lucho? —Miró un instante ambos extremos de su bō, ahora uno en cada mano. Los arrojó a un lado y suspiró.