16/11/2021, 21:15
Al sacar la cartera, Hayato tuvo que admitir que iba más bien de lo que ella pensaba. Por como soltó esas palabras y por su expresión, parecía que no la estaba pasando del todo bien que digamos. Pero, sin embargo, no sentía una gran resistencia contra su técnica. Es más, le recordaba un poco a cuando la estaba aprendiendo y su hermano se dejaba manejar a placer sin resistencia. Quizás el chico estaba intentando no moverse mucho para dejar a la Nara actuar. Eso pensó Jun, pero no estaba segura del todo sinceramente.
—A ver. — Simuló estar abriendo la cartera, con algo de dificultad lo iba logrando poco a poco. El tema de ser algo tan meticuloso y chico, era más complicado de lo que aparentaba.
Pero, cuando se quisieron dar cuenta, volvió a aparecer el rubio, con una bandeja que sostenía todo lo que habían pedido con anterioridad. Ni bien empezó a servir el mesero, la sombra de la chica volvió a ella, dejando libre al flacucho uzujin.
—Muchísimas gracias. — Actuó una sonrisa y luego, como si no supiera, asomó la vista hacia el otro muchacho, fingiendo sorpresa. —Ay, Siete ¿Ibas a pagar? Pero si dije que pagaba yo. — Soltó una risilla inocente y comenzó a sacar su monedero. —¿Puedo pagarte ahora? — Preguntó al camarero mientras sacaba lentamente el dinero.
Casi que no podía aguantar la risa. Solo ver al shinobi del otro lado con la billetera en la mano sin más, le sacaba una leve sonrisa en la cara. Era tonto, pero no podía evitarlo.
—A ver. — Simuló estar abriendo la cartera, con algo de dificultad lo iba logrando poco a poco. El tema de ser algo tan meticuloso y chico, era más complicado de lo que aparentaba.
Pero, cuando se quisieron dar cuenta, volvió a aparecer el rubio, con una bandeja que sostenía todo lo que habían pedido con anterioridad. Ni bien empezó a servir el mesero, la sombra de la chica volvió a ella, dejando libre al flacucho uzujin.
—Muchísimas gracias. — Actuó una sonrisa y luego, como si no supiera, asomó la vista hacia el otro muchacho, fingiendo sorpresa. —Ay, Siete ¿Ibas a pagar? Pero si dije que pagaba yo. — Soltó una risilla inocente y comenzó a sacar su monedero. —¿Puedo pagarte ahora? — Preguntó al camarero mientras sacaba lentamente el dinero.
Casi que no podía aguantar la risa. Solo ver al shinobi del otro lado con la billetera en la mano sin más, le sacaba una leve sonrisa en la cara. Era tonto, pero no podía evitarlo.