18/11/2021, 23:42
(Última modificación: 18/11/2021, 23:51 por Aotsuki Ayame. Editado 1 vez en total.)
La prisión de agua se derrumbó a su alrededor, liberando sus extremidades y permitiéndole respirar de nuevo. Aotsuki Kōri se tambaleó durante apenas un instante, como una marioneta a la que acabaran de cortarle las cuerdas de golpe, pero consiguió mantener el equilibrio a tiempo y volvió a alzarse sobre sus pies, empapado de los pies a la cabeza. Justo en el momento en el que Daruu se abalanzaba sobre él.
«¿Un ataque?» El Hielo no pudo evitar tensar todos los músculos del cuerpo en una reacción instintiva. Pero, lejos de lo que había imaginado, los brazos de su pupilo rodearon su torso y lo estrecharon con fuerza. Sollozaba, abrazándolo. Y Kōri miró a su alrededor con cierta incomodidad.
—Daruu, esto no es...
"...Adecuado para un aspirante a Arashikage", quiso decir, pero no le salieron las palabras. De hecho, fue Daruu el que las cortó en seco:
—Pero tú siempre serás mi sensei, mi amigo... y mi hermano mayor.
Kōri terminó por suspirar y, rendido, pasó su único brazo por detrás de sus hombros en un torpe gesto. Pero no dijo nada. Entre las cosas que no se le daban bien estaba precisamente expresas sus propios sentimientos. Pasados unos pocos segundos, le empujó hacia atrás para separarle de él y mirarle directamente a los ojos.
—Escúchame, Daruu. Si ese sombrero termina de verdad sobre tu cabeza, toda la responsabilidad de la aldea caerá sobre tus hombros. Eres consciente de ello, ¿verdad? —le dijo, flanco y directo como solía ser él—. Tendrás que proteger a toda Amegakure y te convertirás en la diana de muchos enemigos, entre ellos... seguramente Kurama —Inconscientemente, Kōri apretó el agarre sobre el hombro de Daruu. Sus ojos brillaban con una fuerza inusitada—. Y Ayame... no le va a gustar nada que te postules como Arashikage. No habla desde que volvió de Yukio, pero sé que se culpa por lo que sucedió. Sé que no deja de torturarse pensando que fue culpa suya. Y ahora se sentirá aterrorizada de perderte a ti también.
«¿Un ataque?» El Hielo no pudo evitar tensar todos los músculos del cuerpo en una reacción instintiva. Pero, lejos de lo que había imaginado, los brazos de su pupilo rodearon su torso y lo estrecharon con fuerza. Sollozaba, abrazándolo. Y Kōri miró a su alrededor con cierta incomodidad.
—Daruu, esto no es...
"...Adecuado para un aspirante a Arashikage", quiso decir, pero no le salieron las palabras. De hecho, fue Daruu el que las cortó en seco:
—Pero tú siempre serás mi sensei, mi amigo... y mi hermano mayor.
Kōri terminó por suspirar y, rendido, pasó su único brazo por detrás de sus hombros en un torpe gesto. Pero no dijo nada. Entre las cosas que no se le daban bien estaba precisamente expresas sus propios sentimientos. Pasados unos pocos segundos, le empujó hacia atrás para separarle de él y mirarle directamente a los ojos.
—Escúchame, Daruu. Si ese sombrero termina de verdad sobre tu cabeza, toda la responsabilidad de la aldea caerá sobre tus hombros. Eres consciente de ello, ¿verdad? —le dijo, flanco y directo como solía ser él—. Tendrás que proteger a toda Amegakure y te convertirás en la diana de muchos enemigos, entre ellos... seguramente Kurama —Inconscientemente, Kōri apretó el agarre sobre el hombro de Daruu. Sus ojos brillaban con una fuerza inusitada—. Y Ayame... no le va a gustar nada que te postules como Arashikage. No habla desde que volvió de Yukio, pero sé que se culpa por lo que sucedió. Sé que no deja de torturarse pensando que fue culpa suya. Y ahora se sentirá aterrorizada de perderte a ti también.