22/11/2021, 16:36
Kōri le devolvió la mirada, tan inexpresiva como siempre. Pero la duda estaba en sus ojos. No, él tampoco sabía qué podía querer Shanise de Daruu, aunque estaba claro que no tardaría en saberlo. Kokuō tenía la respuesta a esa pregunta.
Daruu apoyó una mano en el hombro del Bijū cuando pasó junto a ella.
—Estoy deseando verte de nuevo, Ayame. Ojalá te mejores pronto.
Por sus palabras, estaba claro que el gesto iba dirigido a otra persona. Concretamente, a la que estaba encerrada dentro de sí misma, como una perla esperando el momento de abrirse de nuevo al mundo. Kokuō agachó momentáneamente la cabeza.
—La Señorita también —respondió, cuando Daruu había dado varios pasos hacia su destino—. Sé que ella también.
Daruu apoyó una mano en el hombro del Bijū cuando pasó junto a ella.
—Estoy deseando verte de nuevo, Ayame. Ojalá te mejores pronto.
Por sus palabras, estaba claro que el gesto iba dirigido a otra persona. Concretamente, a la que estaba encerrada dentro de sí misma, como una perla esperando el momento de abrirse de nuevo al mundo. Kokuō agachó momentáneamente la cabeza.
—La Señorita también —respondió, cuando Daruu había dado varios pasos hacia su destino—. Sé que ella también.