26/11/2021, 23:43
—¡Si! Ya parece que acabó esto.No te voy a mentir, no se que carajo hiciste. Pero buen trabajo.
El chico estaba tan contento como Jun pero por motivos radicalmente opuestos. No solo había engañado a las kunoichis para que no pudiesen saber donde estaba la bola sino que ahora se pensarían que había sido cosa suya lo de encontrarla. Cuando en verdad... todo había sido un plan perfectamente trazado por él.
— Lo primero, querida Jun, es reconocerlo. Algún día tendreis el nivel mágico para poder mediros conmigo, de momento contentaos con poder encontrar una piedra.
—¿Y ahora qué niño?
Frunció el ceño al mismo tiempo que se le borraba la sonrisa.
— ¡Eh! Respeta a tus superiores. ¿Y cómo que ahora qué? — les señaló la puerta con ambas manos, después a ellas y después a la puerta otra vez.
Obviamente, a la puerta en la pared contraria a la puerta por donde habían venido.
El chico estaba tan contento como Jun pero por motivos radicalmente opuestos. No solo había engañado a las kunoichis para que no pudiesen saber donde estaba la bola sino que ahora se pensarían que había sido cosa suya lo de encontrarla. Cuando en verdad... todo había sido un plan perfectamente trazado por él.
— Lo primero, querida Jun, es reconocerlo. Algún día tendreis el nivel mágico para poder mediros conmigo, de momento contentaos con poder encontrar una piedra.
—¿Y ahora qué niño?
Frunció el ceño al mismo tiempo que se le borraba la sonrisa.
— ¡Eh! Respeta a tus superiores. ¿Y cómo que ahora qué? — les señaló la puerta con ambas manos, después a ellas y después a la puerta otra vez.
Obviamente, a la puerta en la pared contraria a la puerta por donde habían venido.