28/11/2021, 00:08
Ambas kunoichis se mantuvieron calladas para sorpresa de todas las presentes. La mujer que las observaba, tras haber dado nada más que sorbos, pegó un largo trago y dejó el vaso encima de la bandeja. Volvió a juntar las mangas delante suya y asintió para sí.
— Bien, bien. Aprecio el silencio. Pensaba que entraríais aquí vociferando igual que estabais haciendo en la otra habitación. — les sonrió levemente, hablaba en susurros, si lloviese algo más fuerte igual tendrían problemas en oírla. — Supongo que os lo habéis pasado bien con los juegos de niños. Ahora toca pensar.
De nuevo, calló. Cogió la tetera y se sirvió de nuevo, observando detenidamente las expresiones de sus interlocutoras.
— Bien, bien. Aprecio el silencio. Pensaba que entraríais aquí vociferando igual que estabais haciendo en la otra habitación. — les sonrió levemente, hablaba en susurros, si lloviese algo más fuerte igual tendrían problemas en oírla. — Supongo que os lo habéis pasado bien con los juegos de niños. Ahora toca pensar.
De nuevo, calló. Cogió la tetera y se sirvió de nuevo, observando detenidamente las expresiones de sus interlocutoras.