29/11/2021, 16:51
Volvió a agarrar el vaso, pero esta vez no bebió. Solo lo sujetó con cariño para calentarse las manos. Era realmente reconfortante tener una bebida caliente entre las manos en invierno. Sopló el leve vapor que emanaba del té con una quietud excepcional, si no hubiesen estado mirando ni se hubiesen percatado de que estaba soplando.
— Hay dos misterios en esta habitación. El fácil os lo voy a dar yo, el dificil ya está presente. — paró para probar con los labios la temperatura de su bebida. — ¿Cual quereis conocer primero?
Se lamió el labio con sutileza y esperó la respuesta.
— Hay dos misterios en esta habitación. El fácil os lo voy a dar yo, el dificil ya está presente. — paró para probar con los labios la temperatura de su bebida. — ¿Cual quereis conocer primero?
Se lamió el labio con sutileza y esperó la respuesta.