29/11/2021, 23:13
La misteriosa examinadora de aquella sala esperó pacientemente a que las jovenes deliberasen. Cómo esperaba, no tardaron en decidirse, ni siquiera le dieron dos pensamientos al tema. O estaban muy sincronizadas o en la academia no se daba suficiente debate productivo.
Sin embargo, no estaba aquí para juzgar la educación que hubiesen recibido, sino su capacidad de resolución. Con la misma quietud con la que se había manejado hasta ahora, formuló la pregunta:
— ¿Qué es lo más fragil?
Acercó la taza a sus labios, esta vez para dar un leve sorbo.
Sin embargo, no estaba aquí para juzgar la educación que hubiesen recibido, sino su capacidad de resolución. Con la misma quietud con la que se había manejado hasta ahora, formuló la pregunta:
— ¿Qué es lo más fragil?
Acercó la taza a sus labios, esta vez para dar un leve sorbo.