30/11/2021, 19:39
Hanabi sonrió, pese a que le temblaban las piernas. Hanabi sonrió, pese a que Sakyū cambió, y se elevó, en todos los sentidos. Hanabi sonrió...
...pese a que acababa de darse cuenta de que su monstruoso Poder acababa de ser superado por primera vez.
Entonces una lágrima cayó por el rostro del Uzukage. Sintió un extraño vuelco en el estómago, un cosquilleo subiéndole por los pies. Un pequeño remolino de fuego surgió alrededor de sus pies y sus ojos parecieron encenderse una vez más, con más fuerza. Hanabi estaba emocionado. Hanabi estaba feliz.
Feliz por haber tenido la oportunidad de tener que esforzarse un poco otra vez.
—¡¡¡KATON: GŌEN NO JUTSU!!!
Hanabi se echó para atrás, y luego hacia adelante, y de su boca en forma de o surgió el chorro de llamas más incandescente que podríais imaginar. El cono creció y chocó contra el dragón. Por un momento pareció batirse a él, como en un duelo. Pero finalmente el jutsu de Datsue abrió la boca y se alimentó del chorro de Hanabi. Se le echó encima...
Casi fue un estallido más que una deflagración. El fuego se tragó a Hanabi e iluminó a toda Uzushiogakure con un destello anaranjado. Fueron entonces conscientes de que había algunos curiosos que se habían acercado a presenciar la pelea. Se habían llenado de polvo y arena, y ahora algunos de ellos tosían por el humo. El interior de la nube fue una incógnita.
Luego, allá en el epicentro, un resollante Hanabi tenía clavada la rodilla izquierda en el suelo. Con el torso desnudo y lleno de quemaduras, apartaba el brazo metálico, que tenía el característico color del acero cuando descansa en las llamas de la fragua.
—Ya... ya... por favor.
...pese a que acababa de darse cuenta de que su monstruoso Poder acababa de ser superado por primera vez.
Entonces una lágrima cayó por el rostro del Uzukage. Sintió un extraño vuelco en el estómago, un cosquilleo subiéndole por los pies. Un pequeño remolino de fuego surgió alrededor de sus pies y sus ojos parecieron encenderse una vez más, con más fuerza. Hanabi estaba emocionado. Hanabi estaba feliz.
Feliz por haber tenido la oportunidad de tener que esforzarse un poco otra vez.
—¡¡¡KATON: GŌEN NO JUTSU!!!
Hanabi se echó para atrás, y luego hacia adelante, y de su boca en forma de o surgió el chorro de llamas más incandescente que podríais imaginar. El cono creció y chocó contra el dragón. Por un momento pareció batirse a él, como en un duelo. Pero finalmente el jutsu de Datsue abrió la boca y se alimentó del chorro de Hanabi. Se le echó encima...
BOOM
Casi fue un estallido más que una deflagración. El fuego se tragó a Hanabi e iluminó a toda Uzushiogakure con un destello anaranjado. Fueron entonces conscientes de que había algunos curiosos que se habían acercado a presenciar la pelea. Se habían llenado de polvo y arena, y ahora algunos de ellos tosían por el humo. El interior de la nube fue una incógnita.
Luego, allá en el epicentro, un resollante Hanabi tenía clavada la rodilla izquierda en el suelo. Con el torso desnudo y lleno de quemaduras, apartaba el brazo metálico, que tenía el característico color del acero cuando descansa en las llamas de la fragua.
—Ya... ya... por favor.