6/12/2021, 14:59
Completamente ignorando a los pobres civiles que intentaban ayudarlas, Kimi se levantó a por Jun, quien se había levantado a por Kimi. Viendo que las chicas no necesitaban ayuda, o no parecían ir a pedirla, el chico y la mujer se centraron en su jefe o compañero, que aún estaba en shock.
Consiguieron llegar al recibidor y todo parecía seguir perfectamente en pie. No había derrumbe, no había ruidos sospechosos, solo un tenso silencio que de su propia fragilidad se rompería.
— ¿¡Qué ha pasado!? ¡¿Qué habéis hecho?! — el hombre, con lagrimas ahora corriendo por sus mejillas, se lanzó a por Kimi, agarrandola por los hombros, viendo que era la que mejor estaba de las dos. — ¡Mi hermano...! ¡Era mi hermano!
— ¡Calmate! — le gritó la mujer mientras intentaba quitarselo de encima a Kimi.
Consiguieron llegar al recibidor y todo parecía seguir perfectamente en pie. No había derrumbe, no había ruidos sospechosos, solo un tenso silencio que de su propia fragilidad se rompería.
— ¿¡Qué ha pasado!? ¡¿Qué habéis hecho?! — el hombre, con lagrimas ahora corriendo por sus mejillas, se lanzó a por Kimi, agarrandola por los hombros, viendo que era la que mejor estaba de las dos. — ¡Mi hermano...! ¡Era mi hermano!
— ¡Calmate! — le gritó la mujer mientras intentaba quitarselo de encima a Kimi.