7/12/2021, 21:57
Habían salido de la habitación sin mucho problema. Por suerte para todos, no había pasado nada al final con la estructura del edificio. Iba a buscar un lugar para sentarse o recostarse, o hacer eso en el mismo piso. Pero cuando volteó a ver como estaban todos los demás, vio que Nazo estaba montando una escena bastante grande. No tardó mucho en dirigirse al señor para dejar las cosas claras.
—¡Eh! — Con las evidentes secuelas del daño que sufrió, intentó jalar al hombre del brazo para que deje de hostigar a Kimi. —Suéltala y cálmate un poco, que así no vamos a resolver nada.
La kunoichi había empezado a explicar que es lo que había pasado. Si para ese momento Nazo la había soltado, Jun haría lo mismo con el brazo del hombre. La Nara fue a buscar una pared, apoyando su espalda en esta y sentándose en el piso. No podía aguantar tanto tiempo de pie con el dolor que recorría su cuerpo. Nunca había recibido un impacto de tal magnitud.
En ningún momento le sacó el ojo al viejo, pues había algo que no le cuadraba mucho. Esperó a que la Kaminari terminara de hablar para comentarle su punto de vista.
—Sabes que significa esto, ¿no? — Preguntó con una seriedad tajante. —Digo, justo el día que contratas ninjas para probar tu casa de misterios, casualmente tu hermano no se encuentra en la habitación donde debería estar. No solo eso, sino que justo cuando no está él, se encuentra un sello explosivo en ese lugar cerrado.
»O alguien le hizo algo a tu hermano y nos tendió una trampa. O tu hermano fue el que hizo esto. — Concluyó, quizá en una deducción anticipada, pero con mucho sentido para ella. —De una forma u otra, hay que buscar a tu hermano y aclarar todo esto.
—¡Eh! — Con las evidentes secuelas del daño que sufrió, intentó jalar al hombre del brazo para que deje de hostigar a Kimi. —Suéltala y cálmate un poco, que así no vamos a resolver nada.
La kunoichi había empezado a explicar que es lo que había pasado. Si para ese momento Nazo la había soltado, Jun haría lo mismo con el brazo del hombre. La Nara fue a buscar una pared, apoyando su espalda en esta y sentándose en el piso. No podía aguantar tanto tiempo de pie con el dolor que recorría su cuerpo. Nunca había recibido un impacto de tal magnitud.
En ningún momento le sacó el ojo al viejo, pues había algo que no le cuadraba mucho. Esperó a que la Kaminari terminara de hablar para comentarle su punto de vista.
—Sabes que significa esto, ¿no? — Preguntó con una seriedad tajante. —Digo, justo el día que contratas ninjas para probar tu casa de misterios, casualmente tu hermano no se encuentra en la habitación donde debería estar. No solo eso, sino que justo cuando no está él, se encuentra un sello explosivo en ese lugar cerrado.
»O alguien le hizo algo a tu hermano y nos tendió una trampa. O tu hermano fue el que hizo esto. — Concluyó, quizá en una deducción anticipada, pero con mucho sentido para ella. —De una forma u otra, hay que buscar a tu hermano y aclarar todo esto.