12/12/2021, 01:17
La conversación continuaba y Nazo no parecía estarse relajando precisamente. A cada palabra que decían las chicas, especialmente cuando con algunas de ellas sugerían que la culpa la había tenido su hermano, el hombre parecía enfadarse un poco más.
Kimi le cogió la mano a la mujer para levantarse, agradeciéndole con una cansada sonrisa.
— Sí. Gracias... —Se dejaría llevar por la mujer, intentando no apoyarse demasiado en ella si la ayudaba a andar—. Pasó lo que le dije, señor. ¿Está seguro de que no hay alguna especie de entrada secreta? Me imaginaba que podrían tener algo así en una casa de los misterios...
Miró a Jun para comprobar que alguien la ayudaba a andar. Aunque si nadie lo hacía, acabaría acercándose para hacerlo ella misma.
Kimi le cogió la mano a la mujer para levantarse, agradeciéndole con una cansada sonrisa.
— Sí. Gracias... —Se dejaría llevar por la mujer, intentando no apoyarse demasiado en ella si la ayudaba a andar—. Pasó lo que le dije, señor. ¿Está seguro de que no hay alguna especie de entrada secreta? Me imaginaba que podrían tener algo así en una casa de los misterios...
Miró a Jun para comprobar que alguien la ayudaba a andar. Aunque si nadie lo hacía, acabaría acercándose para hacerlo ella misma.