23/12/2021, 16:10
«¿Que podría pararos los pies...?»
A Hanabi le temblaron las rodillas. Tenía la boca seca, le dolía toda la piel, todavía tenía caliente el brazo de metal y había gastado más chakra que en ninguna batalla reciente. Y no tenía ninguna duda que si la batalla hubiese durado un par de minutos más...
No. Si ese ser hubiera peleado en serio, él ya estaría muerto.
Era una certeza.
—Supongo que esta ha sido la última locura que haremos en mucho tiempo, ¿hmm? —dijo Datsue de repente.
—Eso espero —rio Hanabi.
—. Hanabi, tanto si el pueblo te elige como presidente como si no, quiero que sepas que yo...
Le estrechó la mano y esbozó una sonrisa sincera.
—Yo siempre seré tu ninja.
—Datsue... —dijo Hanabi, apenas conteniendo la emoción, aparentemente—. ...no he dudado de eso en ningún instante. ¡Y tranquilo! No me voy para siempre. ¿Sabes cuántas veces tiene que reunirse un Kage con un Señor Feudal? En este caso, un Presidente...
»Presidente... suena tan...
»Datsue. —Hanabi tenía lágrimas en los ojos. Le temblaba el brazo. Hablaba con los dientes apretados—. ¿Podrías... podrías soltarme la mano ya? Te has puesto cuadrado, joder. ¡Agh! —El Uzukage tiró y luego se sacudió la mano, arrepintiéndose de no tenderle el brazo de metal por no quemarle.
A Hanabi le temblaron las rodillas. Tenía la boca seca, le dolía toda la piel, todavía tenía caliente el brazo de metal y había gastado más chakra que en ninguna batalla reciente. Y no tenía ninguna duda que si la batalla hubiese durado un par de minutos más...
No. Si ese ser hubiera peleado en serio, él ya estaría muerto.
Era una certeza.
—Supongo que esta ha sido la última locura que haremos en mucho tiempo, ¿hmm? —dijo Datsue de repente.
—Eso espero —rio Hanabi.
—. Hanabi, tanto si el pueblo te elige como presidente como si no, quiero que sepas que yo...
Le estrechó la mano y esbozó una sonrisa sincera.
—Yo siempre seré tu ninja.
—Datsue... —dijo Hanabi, apenas conteniendo la emoción, aparentemente—. ...no he dudado de eso en ningún instante. ¡Y tranquilo! No me voy para siempre. ¿Sabes cuántas veces tiene que reunirse un Kage con un Señor Feudal? En este caso, un Presidente...
»Presidente... suena tan...
»Datsue. —Hanabi tenía lágrimas en los ojos. Le temblaba el brazo. Hablaba con los dientes apretados—. ¿Podrías... podrías soltarme la mano ya? Te has puesto cuadrado, joder. ¡Agh! —El Uzukage tiró y luego se sacudió la mano, arrepintiéndose de no tenderle el brazo de metal por no quemarle.
