27/01/2022, 19:40
El joven se cruzó de brazos, escuchando a la kunoichi y tratando de hilar los hechos. Trató de recordar lo que le dijo sobre la misión anterior, y luego abrió los ojos y miró a su alrededor. «Un jōnin raro, una casa abandonada.» Empezó a hilar los hechos, probablemente pensando que la misión tenía segundas intenciones. No lo razonó al inicio, pero había demasiadas cosas fuera de lugar ahora que lo pensaba. «Mierda, debí darme cuenta antes.» Quería creer que había algo más entre manos.
—Jun-san, ¿no le parece extraña esta casa? — Observó alrededor. —¿Por qué aún hay muebles? ¿Por qué aún hay cosas tiradas? Si fuera una mudanza, ¿por qué dejar todas las cosas atrás? — Más allá de lo aterrador que pudiera ser, aquello no tenía mucho sentido. —Nos han enviado a buscar cualquier cosa. ¿Pero si en realidad quieren que encontremos algo? — Se agachó, acariciando el musgo y moho del suelo. —Algo que no podrías encontrar si lo buscas.
Ahora estaba convencido, que no habían enviado a la muchacha por nada.
»¿Qué decía la carta que usted dijo haber visto?
—Jun-san, ¿no le parece extraña esta casa? — Observó alrededor. —¿Por qué aún hay muebles? ¿Por qué aún hay cosas tiradas? Si fuera una mudanza, ¿por qué dejar todas las cosas atrás? — Más allá de lo aterrador que pudiera ser, aquello no tenía mucho sentido. —Nos han enviado a buscar cualquier cosa. ¿Pero si en realidad quieren que encontremos algo? — Se agachó, acariciando el musgo y moho del suelo. —Algo que no podrías encontrar si lo buscas.
Ahora estaba convencido, que no habían enviado a la muchacha por nada.
»¿Qué decía la carta que usted dijo haber visto?