1/02/2016, 11:07
—A lo mejor los bijuus no murieron sino que construyeron una sociedad subterranea en la que han avanzado tecnologicamente hasta puntos inimaginables gracias a su cantidad ingente de chakra y han tenido bijucitos. O simplemente es un antiguo bunker abandonado y encontramos un montón de esqueletos. Solo hay una forma de averiguarlo, sino me quedaré con la versión de la sociedad secreta de bijuus, me gusta más.
«Este tío está loco», pensó, simplemente, e ignoró el comentario como si no lo hubiera dicho.
—¿Tienes miedo a la oscuridad? ¿A los sitios cerrados? ¿A caerte escalera abajo? Despues de caerte de un precipicio seria un poco estupido que fuera lo último.
Esta vez, Daruu rió la gracia, pero tardó un poco en responder. Avanzó unos cuantos metros, y cuando contestó, lo hizo en voz baja.
—Tengo miedo a las guaridas de asesinos en serie y cosas así de chungas. No sabemos lo que puede haber ahí abajo, así que... —explicó—. Si hay alguien, salimos corriendo. Y si no lo hay, miramos lo que sí que hay y nos largamos antes de que venga el artífice de estas escaleras. Paso de problemas.
Bajó un escalón. Y otro. Y cuando se dio cuenta, estaba abajo del todo. Habían llegado a una sala, una caverna bien grande sin nada en particular. Si es que no tenías en cuenta el pedazo de mural tallado en la roca que había en la pared del fondo.
—Uala.
Daruu se acercó y vio con más claridad el mural gracias a la luz que descendía de decenas de agujeros diminutos excavados encima de él, y que presumiblemente atravesaban todo el acantilado buscando el calor del sol. Se trataba de una pieza de arte elaborada que representaba a nueve bestias con varias colas cada una, menos la que sólo tenía una. Las bestias miraban hacia arriba, y encima de ellas había una esfera gigante de lo que parecían ser llamas.
El fondo era un acantilado y habían tres personas dibujadas en lo alto a los lados de una cascada. Estaban formulando un sello.
—Es increíble. Alguien debió tallar esto para honrar a los Tres Grandes.
«Este tío está loco», pensó, simplemente, e ignoró el comentario como si no lo hubiera dicho.
—¿Tienes miedo a la oscuridad? ¿A los sitios cerrados? ¿A caerte escalera abajo? Despues de caerte de un precipicio seria un poco estupido que fuera lo último.
Esta vez, Daruu rió la gracia, pero tardó un poco en responder. Avanzó unos cuantos metros, y cuando contestó, lo hizo en voz baja.
—Tengo miedo a las guaridas de asesinos en serie y cosas así de chungas. No sabemos lo que puede haber ahí abajo, así que... —explicó—. Si hay alguien, salimos corriendo. Y si no lo hay, miramos lo que sí que hay y nos largamos antes de que venga el artífice de estas escaleras. Paso de problemas.
Bajó un escalón. Y otro. Y cuando se dio cuenta, estaba abajo del todo. Habían llegado a una sala, una caverna bien grande sin nada en particular. Si es que no tenías en cuenta el pedazo de mural tallado en la roca que había en la pared del fondo.
—Uala.
Daruu se acercó y vio con más claridad el mural gracias a la luz que descendía de decenas de agujeros diminutos excavados encima de él, y que presumiblemente atravesaban todo el acantilado buscando el calor del sol. Se trataba de una pieza de arte elaborada que representaba a nueve bestias con varias colas cada una, menos la que sólo tenía una. Las bestias miraban hacia arriba, y encima de ellas había una esfera gigante de lo que parecían ser llamas.
El fondo era un acantilado y habían tres personas dibujadas en lo alto a los lados de una cascada. Estaban formulando un sello.
—Es increíble. Alguien debió tallar esto para honrar a los Tres Grandes.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)