6/02/2022, 18:45
El joven Nao presenció la situación, analizando las posibles consecuencias. «Esto puede terminar muy mal.» No podía negarlo, estaba ahora mismo, molesto. MUY molesto. La actitud pedante de la chica combinado al mal humor que ya traía de por sí era una mezcla muy mala. Sin embargo rápidamente se fijo que aquella chica seguramente le podía partir la cara de un sólo putazo si quisiera. Las cosas empeoraban de paso por el hecho de que vio el atisbo de una bandana ninja extranjera en el brazo de la chica.
Sin embargo, aunque no tuviera ningún apego del todo a la bandana ninja que portaba, entendía que tenía un trabajo. Y ese trabajo, era proteger a la gente del País de la Tormenta. Aunque más allá de eso, luego de ver la precaria situación del lugar, también comprendía la raíz de todo el problema en primer lugar.
Se levantó de su asiento, caminando en silencio hasta la kunoichi y posando su mano en su hombro para llamar su atención.
—Señorita, por favor, le pido que se tranquilice — Debía actuar tranquilo si quería que las cosas pudiesen terminar en paz. —No puedo decir si el sake está adulterado o no, no es mi campo, pero, por favor, mire a su alrededor — Señaló con su mano a los pequeños asentamientos alrededor. —No justifico el engaño, pero, sólo le pido que pueda comprender el qué lo ha llevado a cometer esto — mencionó con tono solemne.
Su mirada se dirigió entonces al dueño.
—¿Tiene sake puro? Si es así, dele una raza a ella, yo pagaré la diferencia —. Reverenció con la cabeza. —Y también debería poner un anuncio sobre que el sake no es puro. Al final, podría acarrearle más problemas como este si trata de salvar unas monedas. Es mejor, ser honesto. Alguien valorará más probar un sake de verdad luego de mucho tiempo en estos tiempos difíciles.
Esperaba que con este discurso no fuese necesario llegar a la violencia.
[1 AO]
Sin embargo, aunque no tuviera ningún apego del todo a la bandana ninja que portaba, entendía que tenía un trabajo. Y ese trabajo, era proteger a la gente del País de la Tormenta. Aunque más allá de eso, luego de ver la precaria situación del lugar, también comprendía la raíz de todo el problema en primer lugar.
Se levantó de su asiento, caminando en silencio hasta la kunoichi y posando su mano en su hombro para llamar su atención.
—Señorita, por favor, le pido que se tranquilice — Debía actuar tranquilo si quería que las cosas pudiesen terminar en paz. —No puedo decir si el sake está adulterado o no, no es mi campo, pero, por favor, mire a su alrededor — Señaló con su mano a los pequeños asentamientos alrededor. —No justifico el engaño, pero, sólo le pido que pueda comprender el qué lo ha llevado a cometer esto — mencionó con tono solemne.
Su mirada se dirigió entonces al dueño.
—¿Tiene sake puro? Si es así, dele una raza a ella, yo pagaré la diferencia —. Reverenció con la cabeza. —Y también debería poner un anuncio sobre que el sake no es puro. Al final, podría acarrearle más problemas como este si trata de salvar unas monedas. Es mejor, ser honesto. Alguien valorará más probar un sake de verdad luego de mucho tiempo en estos tiempos difíciles.
Esperaba que con este discurso no fuese necesario llegar a la violencia.
[1 AO]