5/03/2022, 20:28
El joven Nao pensó que quizá Jun estaba siendo demasiado precavida, pero se permitió sonreír ante la sugerencia de romper el suelo desde arriba.«Tengo la herramienta perfecta para ello.» De pronto sin decir nada, sacó de nuevo un pergamino.
—No se diga más — Empezó a caminar de regreso por el pasillo. —Espere aquí por favor, desde una posición segura. Yo me encargaré de romper el suelo desde afuera, y así usted podrá inspeccionar — Saldría entonces del lugar.
Nao se encaminó a las afueras entonces, buscando algún escombro lo suficientemente grande y que tuviese un peso más o menos considerable. Vio entonces un gran trozo de pared derruida. «Esto debería servir.» Tiró entonces un pergamino al piso y comenzó a dibujar.
Desde adentro, si Jun tomase la posición que Nao le indicó, podría observar como de pronto un enorme pájaro se asomaba desde el agujero del techo, aunque su aspecto de tinta era bastante similar al de los ratones que Nao usó previamente. El ave entonces dejaría caer un enorme trozo de concreto, causando que el piso de la habitación terminara de romperse justo delante de sus caras.
No hubo mucho polvo ya que fue absorbido por la humedad del ambiente, así que era posible ver claramente lo que había ahí abajo: Gradas vestigiales, indicando que alguna vez hubo un sótano en ese lugar. Por lo demás, el sitio parecía vacío, hasta que un extraño brillo metálico se hizo presente desde los escombros.
—¡¿Hay algo ahí?! — gritó el joven desde el exterior.
—No se diga más — Empezó a caminar de regreso por el pasillo. —Espere aquí por favor, desde una posición segura. Yo me encargaré de romper el suelo desde afuera, y así usted podrá inspeccionar — Saldría entonces del lugar.
Nao se encaminó a las afueras entonces, buscando algún escombro lo suficientemente grande y que tuviese un peso más o menos considerable. Vio entonces un gran trozo de pared derruida. «Esto debería servir.» Tiró entonces un pergamino al piso y comenzó a dibujar.
Desde adentro, si Jun tomase la posición que Nao le indicó, podría observar como de pronto un enorme pájaro se asomaba desde el agujero del techo, aunque su aspecto de tinta era bastante similar al de los ratones que Nao usó previamente. El ave entonces dejaría caer un enorme trozo de concreto, causando que el piso de la habitación terminara de romperse justo delante de sus caras.
No hubo mucho polvo ya que fue absorbido por la humedad del ambiente, así que era posible ver claramente lo que había ahí abajo: Gradas vestigiales, indicando que alguna vez hubo un sótano en ese lugar. Por lo demás, el sitio parecía vacío, hasta que un extraño brillo metálico se hizo presente desde los escombros.
—¡¿Hay algo ahí?! — gritó el joven desde el exterior.