7/03/2022, 21:23
Para Kōri, regalar uno de sus bollitos de vainilla era un significativo gesto, que en aquella ocasión vino acompañado también de ese extraño brillo en los ojos que se le ponía cuando estaba complacido. Daruu también respiro tranquilo: temía la reacción de su maestro, pero intuía que estaría aliviado. Daruu tomó el bollo con una sonrisa.
—Mi madre tendrá que asumir que debería contrastar sus fuentes si quiere seguir siendo una kunoichi del cuerpo de inteligencia. Aunque más que eso, parece una periodista de prensa rosa.
—Mi madre tendrá que asumir que debería contrastar sus fuentes si quiere seguir siendo una kunoichi del cuerpo de inteligencia. Aunque más que eso, parece una periodista de prensa rosa.