22/03/2022, 12:24
El camino que bajaba al rio no tenía mucho misterio. Bajaba siempre, primero hacia un lado, despues hacia el otro. No tardaron en llegar a una especie de mirador. Había bancos, mesas, una papelera, todo lo que se necesitaba para poder hacer un picnic mientras se disfruta de las imponentes vistas de los acantilados y el sonido del rio fluyendo en el fondo. Estaba claro que era un lugar turistico.
Después, el camino se volvía tremebundo. Ya no era tan ancho y espacioso como el que habían recorrido hasta ahora. Se estrechaba considerablemente y en algunos trechos parecía que fuese a desplomarse en cualquier momento. Era probable que se tratase de un camino antiguo que ahora había quedado para poco más que ir al mirador, pero no era completamente intransitable y menos para unas kunoichi tan diestras. Sin embargo, el riesgo era evidente. Un paso en falso y rezos por caer dentro del rio.
Después, el camino se volvía tremebundo. Ya no era tan ancho y espacioso como el que habían recorrido hasta ahora. Se estrechaba considerablemente y en algunos trechos parecía que fuese a desplomarse en cualquier momento. Era probable que se tratase de un camino antiguo que ahora había quedado para poco más que ir al mirador, pero no era completamente intransitable y menos para unas kunoichi tan diestras. Sin embargo, el riesgo era evidente. Un paso en falso y rezos por caer dentro del rio.