23/03/2022, 20:16
—Tiene pinta que si, ¿verdad? — Sonrió.
Habría que ver como se adaptaba la una con la otra cuando llegue el momento. Pero, sobre el papel, parecía que no iban a tener mucho problema con el rol que podía cumplir cada una.
Después del mirador, el camino se volvía cada vez más estrecho. Bueno, hasta ahí Jun casi que podía manejarse. El problema era que el camino no paraba de estrecharse e, incluso, había tramos que eran realmente peligrosos. Frenó casi al unísono con Kimi, aunque esta solo fue para tomar agua. A la Nara la detenía otra cosa. «Pero la p...» Si iban por ahí, era cuestión de un error para caer de lleno al río.
—Kimi — Dijo lo suficientemente alto para que le escuchase mientras esta ya había tomado su agua y se fue a trepar el muro. —¿E-esa será la única forma de pasar?
Evidentemente, lo era. En su cabeza lo tenía claro pero casi que no quería aceptar la realidad que tenían en frente. Tímidamente, se dirigió a la pared y fue acercando uno de sus pies concentrados con chakra a esta. Aunque intentaba estar firme, estaba más temblorosa que una gelatina.
«¿Quien me manda a hacer esto?» Suspiró profundo al apoyar el primer pie y en lo que iba subiendo el segundo.
Habría que ver como se adaptaba la una con la otra cuando llegue el momento. Pero, sobre el papel, parecía que no iban a tener mucho problema con el rol que podía cumplir cada una.
Después del mirador, el camino se volvía cada vez más estrecho. Bueno, hasta ahí Jun casi que podía manejarse. El problema era que el camino no paraba de estrecharse e, incluso, había tramos que eran realmente peligrosos. Frenó casi al unísono con Kimi, aunque esta solo fue para tomar agua. A la Nara la detenía otra cosa. «Pero la p...» Si iban por ahí, era cuestión de un error para caer de lleno al río.
—Kimi — Dijo lo suficientemente alto para que le escuchase mientras esta ya había tomado su agua y se fue a trepar el muro. —¿E-esa será la única forma de pasar?
Evidentemente, lo era. En su cabeza lo tenía claro pero casi que no quería aceptar la realidad que tenían en frente. Tímidamente, se dirigió a la pared y fue acercando uno de sus pies concentrados con chakra a esta. Aunque intentaba estar firme, estaba más temblorosa que una gelatina.
«¿Quien me manda a hacer esto?» Suspiró profundo al apoyar el primer pie y en lo que iba subiendo el segundo.