3/02/2016, 21:48
Una sonrisa se formó en los labios del Uchiha al ver la cara desencajada de la kunoichi. No le extrañaba, se lo había soltado muy de golpe. Pero con chicas como aquella no valía la pena irse por las ramas.
- No puedes hablar en serio... - balbuceó.- ¿Es que no me has escuchado?
—Precisamente porque te he escuchado —respondió de forma lacónica.
Una ráfaga de viento arrastró las hojas caídas de la calle y sacudió las ropas de ambos, mientras el silencio se instauraba de forma inexorable entre ellos dos a la espera de la pregunta inevitable. Era la pregunta que, tarde o temprano, Kunie tendría que hacer, y el cerebro de Datsue ya estaba pensando en una respuesta convincente antes incluso de oírla:
- ¿Y qué gano yo?
No le pasó desapercibido la forma en que antes había apretado los dientes. Era como si… Como si le trajese malos recuerdos. Por sus palabras de antes, parece que ya ha estado en Shinogi-to… ¿Le pasaría algo? Sin atreverse a preguntar, Datsue optó por responderle.
—¿Aparte de mi inestimable compañía? —se permitió bromear—. Es difícil de decir, al menos hasta que comprenda tus motivaciones —explicó, mientras se rascaba la nuca—. Te ofrecería un porcentaje de los beneficios en caso de tener éxito, pero antes rechazaste tu parte del dinero… Dijiste que te gustaba el peligro y el riesgo, pero por la cara que has puesto veo que no te agrada mucho volver a Shinogi-to… Porque ya has estado allí, ¿verdad? —La pregunta casi era una afirmación. Entonces suspiró. Era difícil hacerle una oferta a alguien sin saber en qué demonios estaba interesado. Es como si un cliente estuviese ciego sin que yo lo supiese, y entonces le ofreciese un libro. O ofreciese una caja de cigarrillos a un ex-fumador. Obviamente, ambos me mandarían a la mierda. Aunque con el segundo ejemplo todavía tendría una oportunidad… Volvió a suspirar. Menudo dolor de cabeza—. Creo que todo sería más fácil si me dijeses lo que querrías a cambio por hacerme de… guía. Podría pasarme una hora ofreciéndote cosas y no acertar ni de lejos.
- No puedes hablar en serio... - balbuceó.- ¿Es que no me has escuchado?
—Precisamente porque te he escuchado —respondió de forma lacónica.
Una ráfaga de viento arrastró las hojas caídas de la calle y sacudió las ropas de ambos, mientras el silencio se instauraba de forma inexorable entre ellos dos a la espera de la pregunta inevitable. Era la pregunta que, tarde o temprano, Kunie tendría que hacer, y el cerebro de Datsue ya estaba pensando en una respuesta convincente antes incluso de oírla:
- ¿Y qué gano yo?
No le pasó desapercibido la forma en que antes había apretado los dientes. Era como si… Como si le trajese malos recuerdos. Por sus palabras de antes, parece que ya ha estado en Shinogi-to… ¿Le pasaría algo? Sin atreverse a preguntar, Datsue optó por responderle.
—¿Aparte de mi inestimable compañía? —se permitió bromear—. Es difícil de decir, al menos hasta que comprenda tus motivaciones —explicó, mientras se rascaba la nuca—. Te ofrecería un porcentaje de los beneficios en caso de tener éxito, pero antes rechazaste tu parte del dinero… Dijiste que te gustaba el peligro y el riesgo, pero por la cara que has puesto veo que no te agrada mucho volver a Shinogi-to… Porque ya has estado allí, ¿verdad? —La pregunta casi era una afirmación. Entonces suspiró. Era difícil hacerle una oferta a alguien sin saber en qué demonios estaba interesado. Es como si un cliente estuviese ciego sin que yo lo supiese, y entonces le ofreciese un libro. O ofreciese una caja de cigarrillos a un ex-fumador. Obviamente, ambos me mandarían a la mierda. Aunque con el segundo ejemplo todavía tendría una oportunidad… Volvió a suspirar. Menudo dolor de cabeza—. Creo que todo sería más fácil si me dijeses lo que querrías a cambio por hacerme de… guía. Podría pasarme una hora ofreciéndote cosas y no acertar ni de lejos.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado