31/03/2022, 22:02
Oh, vaya que con el dinero no se jugaba para nada. Eso mismo le pasó por la cabeza al sujeto cuando estaba devolviendo esos tan preciados ryos que había conseguido. Pero era consciente de que no podía seguir huyendo con un tipo detrás suyo mientras gritaba. El hecho de huir de uno solo era bastante fácil y si lo atrapó era más que nada por el contexto en el que se encontraban ambos. En otro lugar y momento, las cosas podían salir totalmente contrariadas y eso le estaba pegando en su cabeza hacha a la madera.
No se resistió para nada en el intento del otro flacucho a desenmarañar de ese hilo molesto. Por que si, eso era para él ese hilo insignificante, molesto. Ni siquiera le adjudicaba su pequeña derrota a eso, sino a los incesantes lloriqueos en voz viva a los cuatro vientos.
Ya con esto suelto, empezó a analizar la situación. Evidentemente, lo que estaba pasando ahí arriba no había pasado por desapercibido para nadie de los que transitaban ahí. Tenía que tener cuidado en el momento de alejarse de esa zona y, sobre todo, la aldea. Pero la palabra del mocoso le hicieron girarse hacia este, clavándole los ojos letalmente. Y la cara con que le miró era de todo menos agradable.
—¿Qué dices? — Indignadísimo. —Si quieres que te rompa la cara, solo pon fecha, hora y lugar. Pero no me vengas con esas estupideces.
No se resistió para nada en el intento del otro flacucho a desenmarañar de ese hilo molesto. Por que si, eso era para él ese hilo insignificante, molesto. Ni siquiera le adjudicaba su pequeña derrota a eso, sino a los incesantes lloriqueos en voz viva a los cuatro vientos.
Ya con esto suelto, empezó a analizar la situación. Evidentemente, lo que estaba pasando ahí arriba no había pasado por desapercibido para nadie de los que transitaban ahí. Tenía que tener cuidado en el momento de alejarse de esa zona y, sobre todo, la aldea. Pero la palabra del mocoso le hicieron girarse hacia este, clavándole los ojos letalmente. Y la cara con que le miró era de todo menos agradable.
—¿Qué dices? — Indignadísimo. —Si quieres que te rompa la cara, solo pon fecha, hora y lugar. Pero no me vengas con esas estupideces.