7/04/2022, 01:06
(Última modificación: 7/04/2022, 01:08 por Uchiha Datsue. Editado 1 vez en total.)
Daigo continuó tirando mierda. La idea fue buena, casi de película: Mordiscos trastabilló con la hez, resbalando, y poco le faltó para caer. Al mismo tiempo, Daigo realizó lo que todos daban por imposible: caminó. Como un perro al que le faltan las piernas traseras, sí, pero lo hizo. Aquello fue tan inesperado que logró llegar hasta la Hambrienta y pillarla desprevenida. El puñetazo impactó en la rodilla de ella, y en un instante el Sin Piernas se encontraba encima de la Hambrienta, que había caído bajo él.
—¿¡Ya tienes piernas!? —gritó, y sonó a reproche. Con la mano que todavía empuñaba el hueso, trató de apuñalarle en la cara (15PV/penetración, 10 PV/corte).
Como antes Daigo, frente a la Llorona se abrió un abanico de posibilidades: mantenerse al margen —a corto plazo su probabilidad de sobrevivir aumentaba, pero a medio y largo bajaban drásticamente—; ayudar a su recién salvador; ayudar a Tres Dientes; o ayudar a la Matasanos, quien acababa de acertar un tajo sobre el Mudo en el costado.
—¡L-lo siento! —chilló, al Sin Piernas, antes de correr en ayuda de Tres Dientes. Ninguno de los dos era rival para Mordiscos, pero estando juntos... Bueno, estando juntos, al menos se lo tenía que pensar antes de atacar.
—¿¡Ya tienes piernas!? —gritó, y sonó a reproche. Con la mano que todavía empuñaba el hueso, trató de apuñalarle en la cara (15PV/penetración, 10 PV/corte).
Como antes Daigo, frente a la Llorona se abrió un abanico de posibilidades: mantenerse al margen —a corto plazo su probabilidad de sobrevivir aumentaba, pero a medio y largo bajaban drásticamente—; ayudar a su recién salvador; ayudar a Tres Dientes; o ayudar a la Matasanos, quien acababa de acertar un tajo sobre el Mudo en el costado.
—¡L-lo siento! —chilló, al Sin Piernas, antes de correr en ayuda de Tres Dientes. Ninguno de los dos era rival para Mordiscos, pero estando juntos... Bueno, estando juntos, al menos se lo tenía que pensar antes de atacar.