9/04/2022, 03:37
(Última modificación: 9/04/2022, 21:01 por Kurogane Toshio. Editado 1 vez en total.)
En la retaguardia ¿eh? Toshio no era precisamente ni de los más jóvenes ni de los más inexpertos del lugar. De hecho, ya llevaba sus años siendo ninja, pero también era cierto que el único lugar que podría corresponderle en su estado actual era la retaguardia. ¿Que por qué? Bueno, simplemente ya no era quien solía ser tiempo atrás, y tampoco es que hubiese llegado a demasiado en su tiempo, pues se había quedado a las puertas de ascender a Chūnin.
Incluso allí detrás mentiría si dijese que no tenía miedo. Una parte de él estaba completamente aterrada de que algo saliese mal en la vanguardia, no precisamente solo porque le preocupasen sus amigos y conocidos en la línea de enfrente, sino por si se daba el caso de que él tuviese que entrar en acción. Eso es lo que le daba miedo de verdad.
La otra parte de él se tenía asco a sí mismo.
Su capitán era un Kusajin llamado Rai. Había escuchado hablar de él, como de casi todo el mundo en Kusagakure. Se trataba de un tío alocado, temperamental e irreflexivo, probablemente el motivo por el que estaba en la Retaguardia y no en frente. También sería probablemente el motivo de que alguien muriese si la cosa salía mal, pero Toshio sabía bien que tampoco podría estar en sus botas. Probablemente se desmoronaría.
Todos esos sentimientos los intentaba mantener ocultos por una aparente calma, mientras ocultaba un total de diez agujas en su garganta, preparándose por si los llegaba a necesitar. Por supuesto, eso de mantener los nervios a raya no se le daba espectacularmente bien, pero con algo de suerte nadie se fijaría en él.