14/04/2022, 00:05
Tras completar la susodicha transacción, el Uzujin trató de salir en lo que alguien —Concretamente la persona encapuchada de la entrada.— llamó su atención, con un intrigante "Pz Pz". Obviamente, apenas pasar el umbral de la puerta, el chico miró a su antagonista. Ésta inquirió con un curioso apodo que caminasen un rato, un apodo que reveló drásticamente su nombre. ¿Quién si no podría ser salvo la chica de Amegakure que le puso la zancadilla?. Apenas comenzaron a andar, la chica informó de que había visto todo.
—Oh, ya veo... supongo que he tenido mucha suerte, ¿no?. Vaya tela... jajaja.
»Por cierto, encantado de verte de nuevo. Aunque no haya sido tras las mejores circunstancias.
En parte, no podía quejarse. Al final el negocio le había salido redondo, aunque hubiese tenido que terminar aún más calado con la lluvia. Pero se había ahorrado el dinero que le había costado el paraguas, y el dinero siempre es dinero... la lluvia se seca. En fin, ahora era momento de pasar pagina, seguramente a ese tipo no se lo encontrase nuevamente nunca.
O eso esperaba. Correr innecesariamente es absurdo.
—Oh, ya veo... supongo que he tenido mucha suerte, ¿no?. Vaya tela... jajaja.
»Por cierto, encantado de verte de nuevo. Aunque no haya sido tras las mejores circunstancias.
En parte, no podía quejarse. Al final el negocio le había salido redondo, aunque hubiese tenido que terminar aún más calado con la lluvia. Pero se había ahorrado el dinero que le había costado el paraguas, y el dinero siempre es dinero... la lluvia se seca. En fin, ahora era momento de pasar pagina, seguramente a ese tipo no se lo encontrase nuevamente nunca.
O eso esperaba. Correr innecesariamente es absurdo.