14/04/2022, 01:30
(Última modificación: 14/04/2022, 01:31 por Akamatsu Nao.)
Karaga, en silencio, observó el trozo del arma. Hubo un silencio muy largo en esa habitación, quizá solo interrumpido por los animales que jugaban en el exterior y se divertían, ajenos completamente a la tensión que se juntaba ahora en la oficina de la ninja veterinaria.
—Esto es, en realidad, más de lo que esperaba — sonrió, pero era una sonrisa sombría. —Ciertamente tienen dudas, y es normal. En realidad, adicionalmente a lo que escribí en el pergamino, le había dicho a mi perro Ryogaku, que platicara, ciertos detalles contigo al entregarte el pergamino, pero me dijo que saliste corriendo de inmediato sin darle oportunidad a decirte nada—. Pasó su mirada al joven —¿Akamatsu, verdad? Lamento haber intentado ocultar esto de ti, pero en realidad, mi senpai y yo sólo habíamos contemplado decirle a Jun de esto debido a que ya había recibido una misión antes así. Que asignaran otro genin a mi solicitud fue, algo inesperado.
El joven de cabellos castaños frunció el ceño por la manera tan deliberada en que la kunoichi admitió que planeaba dejarlo fuera. Pero por el otro lado, entendía que hubiesen querido esconderlo si se trataba de hacer algo con segundas intenciones en esa casa.
—Pero al final, supongo que nosotros terminamos descubriendo las cosas por nuestra cuenta — Afirmó mientras se reacomodaba el pincel en la boca.
La Inuzuka dejó a un lado su bebida.
—No tienen ni idea, de lo mucho que ese objeto puede llegar a cambiar la vida de mi senpai — Observó a la espada rota sobre el pergamino, y luego posó su mirada en los genin. —Adelante, pueden preguntar lo que quieran y yo responderé. Es lo mínimo por meterlos en esto— Ofreció.
—Esto es, en realidad, más de lo que esperaba — sonrió, pero era una sonrisa sombría. —Ciertamente tienen dudas, y es normal. En realidad, adicionalmente a lo que escribí en el pergamino, le había dicho a mi perro Ryogaku, que platicara, ciertos detalles contigo al entregarte el pergamino, pero me dijo que saliste corriendo de inmediato sin darle oportunidad a decirte nada—. Pasó su mirada al joven —¿Akamatsu, verdad? Lamento haber intentado ocultar esto de ti, pero en realidad, mi senpai y yo sólo habíamos contemplado decirle a Jun de esto debido a que ya había recibido una misión antes así. Que asignaran otro genin a mi solicitud fue, algo inesperado.
El joven de cabellos castaños frunció el ceño por la manera tan deliberada en que la kunoichi admitió que planeaba dejarlo fuera. Pero por el otro lado, entendía que hubiesen querido esconderlo si se trataba de hacer algo con segundas intenciones en esa casa.
—Pero al final, supongo que nosotros terminamos descubriendo las cosas por nuestra cuenta — Afirmó mientras se reacomodaba el pincel en la boca.
La Inuzuka dejó a un lado su bebida.
—No tienen ni idea, de lo mucho que ese objeto puede llegar a cambiar la vida de mi senpai — Observó a la espada rota sobre el pergamino, y luego posó su mirada en los genin. —Adelante, pueden preguntar lo que quieran y yo responderé. Es lo mínimo por meterlos en esto— Ofreció.